La niña del estanque

La noche se introdujo en todos mis pensamientos de tal manera que los ojos ya casi agotados no tuvieron la oportunidad de entrar en el profundo sueño.
Ante la primera claridad de la mañana, tome mi bata de seda, la coloque sobre mis hombros, deslice mis piernas suavemente de la cama y me encaminé hacia el pequeño estanque que se levantaba en medio del terreno de mi antigua casa.
Algo misterioso me mantuvo despierta aguardando el alba.No entendía que extraña sensación corría por mi cuerpo.Caminé lentamente y me estiré cuidadosamente para obsevar que misterio me esperaba en ese viejo y olvidado estanque.
Poquito a poco fui husmeando, que podría ser lo que tanto me atría...
Al estar cada vez más cerca empecé a divisar una pequeña silueta dibujada en el agua quieta, quise reconocerla, pero mi vista ya agotada por los años no lo hacían tan visible.
Me coloqué las gafas que colgaban de mi cuello para ver mejor..Una niña me sonreía dulcemente, creía conocerla, sus facciones me eran,no puedo explicarlo...A tal punto de sentirla como de la familia...
Sus cabellos dorados reflejaban una bella luz intensa.Parecía de unos 4 a 5 años.
Le sonreí para ser más amigable y poder entablar una conversación antes que se asustara.
-Yo te conozco le pregunté?
Me contestó con mucha certeza
-Claro que sí, nacimos el mismo día y a la misma hora.
Continúo hablando...
-Es que tú has crecido tanto que casi, yo no te reconozco.
-La vida diaria con sus subes y bajas han hecho que te olvidarás de esta niña.
No comprendía sus palabras...
-Por favor cuéntame que sabes de mí.
-Podría decirte que vives aferrada a un pasado que ya se fue y por el sufres y lloras,no puedes borrarlo.
-Te brindaron mucho amor, lo has disfrutado, pero también debo decirte que te han robado algunos capítulos de tu niñez.
-Andas por la vida queriendo solucionarle la vida a otros cuando apenas puedes superar la tuya.
-Como te llamas, le pregunte?
-Para que quieres saber mi nombre, no es importante.
-Conozco el tuyo, no es necesario me lo digas, se parece mucho al mío, la única diferencia es que el mio, no carga una maleta de broncas, rabias y desilusiones, el mío lleva claridad, calma, de entender que las cosas se dan por un motivo, ni tú, ni yo lo elegimos, todos venimos a este universo con las cartas marcadas y nada podemos hacer.
-Busca la forma de ser feliz, no vivas del pasado, déjalo que duerma en un rincón de tu corazón o guárdalo en un arcón.
-Pero niña no me dirás quien eres y como sabes de mis angustias?
-pues querida amiga...Esa niña feliz que ves en las aguas del estanque, eres tú, sin las espinas que has cargado todos estos años.
Asustada o asombrada me despedí, fui a la casa, me recosté y casi vencida de tanta excitación , me dormí como si nunca lo hubiera hecho.
A la mañana siguiente apenas despuntó el día, corrí hasta el estanque, lo destape y despacio me fui acercando, pasito a paso, me estiré para mirar mejor...
Pero ahí solo con quien me encontré...Conmigo misma