La niña en busca de la mujer

Miro tus ojos porque se que tal vez mañana desaparecerán, al menos en mi vida. Tu sonrisa se clava en mí como una obsesión, sí, una obsesión por seguir contándote chistes, y es que voy intentando plasmar la sonrisa en tus labios que a su vez crearan la inocencia en mis ojos.
Con tu pose de fotografía buscas convencerme, no se de que, pero sea lo que sea lo lograras y no es porque yo sea un idiota (o tal vez sí), simplemente busco parecer no tan listo, para no asustarte, para mantenerte aquí otro instante.
La vida te ha enseñado y tu muy bien has aprendido a conseguir lo que quieres, el problema es que no sabes lo que buscas y lo digo tan seguro porque no se que haces aquí, conmigo. Suprimes el recuerdo de tu pasado para protegerte, si bien dicen que recordar es vivir, el hecho es que no creo que recuerdes un momento de felicidad en tus ayeres, por lo cual, has decidido imprimir el futuro que deseas y enterrar tu pasado a lado de tu inexperiencia.
No eres fácil de entender y no resulta menor dificultad hacer que entiendas, sobre todo si en el tema que discutimos crees tener la razón y claro, siempre la tienes, por lo menos conmigo, de todos modos los temas que conversamos realmente no tienen importancia; a quien le importa que afecta más al cuerpo humano, si el cigarro o el alcohol, si un hot dog es más sabroso con salsa o con catsup, importa un comino cuando fue inicio la independencia de México 1810 o 1910, si… en fin; entendí que de nada sirve discutir, en especial si la discrepancia es contigo.
Buscas continuar tu vida intentado romper la monotonía que vas formando en cada uno de tus pasos, mal dados permíteme acentuar, crees que el tiempo te hará una adulta y puede que sí, pero no te hará segura; de eso te encargarás tú, créeme hay muchos que después de muchos años no lo han logrado.
No eres la mejor ni la peor persona que voy a conocer (o creer que conozco) pero gracias por estar aquí, por permitirme alabar tu belleza, aunque en verdad creo que eso no necesitas saberlo, ya que es alimentar mas tu vanidad, empero, lo seguiré haciendo.
Piensas, y mucho yo diría, al grado de perderte en un mar de conjeturas cuando buscas resolver un problema, sobre todo si el problema es tuyo, de quien más podría ser.
No se si te has dado cuenta, pero yo si, de que en busca de la gran mujer a la que aspiras a convertirte no permites morir a la niña y eso querida amiga se ha vuelto tu loza, si te he de ser sincero espero que nunca muera y si muere espero que no sea tu quien la matas, sino el mismísimo tiempo.
Es gracioso la forma en que lloras, aunque se escuche cruel, al grado de que en mi han perdido sentido tus lagrimas por el echo de sufres por todo y deja aclararte de que no me burlo de tu dolor, me resulta un poco frustrante no haber logrado hacerte ver tus problemas como algo que te hará reír en el futuro, sigo sin convencerte, pero no importa al menos en este lugar a esta hora y en este instante.