La Oscura Realidad

Nosotros eramos muy felices, vivíamos sin tener que mencionar la tristeza, dolor, y depresión en nuestras alegres vidas, de repente llega alguien mas a acompañarnos y a mejorar lo que se creía que no podía ser mejorado. La pasabamos de maravilla, hasta nuestros errores nos daba carcajadas, no se pedía mas de esto, era como estar en el Cielo. Fue entonces aquella noche en la que nos dieron aviso con mucha urgencia, fue herido. Rapidamente lo llevamos de vuelta a casa, donde hicimos todo lo que sabíamos, pero fue en vano, a la mañana siguiente fui a verlo, no podía aguantar más, quería llorar pero ni eso podía realizar; me acerqué, lo miré a los ojos y le dije: "No te vayas, por favor, resiste, en serio". Tanto él como yo pensabamos igual, pero para cuando le dije esas ultimas palabras, ya no estaba conmigo.

Pasaron varios años para recuperarnos, y llegó otro a nuestra morada, era mucho mas divertido que los demás extrañados. Mas reverente, más loco, más feliz, y así duraron 5 años, hasta que se repitió el capitulo, él salió a buscar algo para traer a casa, yo esperaba con calma, de repente alguien llama a la puerta: "Lo han atacado, está agonizando en el suelo", mi piel se puso fría, y a pesar de que casi me quedara paralizado, corrí lo mas pronto posible a rescatarlo. El atacante nunca se encontró, pero a mi fiel amigo, él estaba sangrando, llorando, agonizando, esa sonrisa que con la que alguna vez lo conocí se desvaneció en esa escena. Con mucho dolor fui a buscar ayuda, para que no pasara lo mismo con el anterior, pero el tiempo era escazo, él me miraba a los ojos y me decía con mucho dolor: "salvame, por favor, estoy asustado". Para cuando encontré la ayuda necesaria, me dijeron, que ya no estaba, me fui corriendo... con un cadaver destrozado.

Intentamos reparar los daños ocasionados por ellos, pero todo da resultado a una felicidad muy falsa, no sé donde se encuentran ellos, pero nosotros, con el tiempo que nos queda, no podremos recuperarlos; ni la propia venganza podrá llenar esta madriguera de angustia, melancolía, dolor, y depresión.

Esto dará inicio a una era de actos sin sentido para salvarnos de nuestras propias emociones.

 

Muy buena historia Alej4ndro. Abrazo enorme.

Tyngui Sanchez