La oscuridad

No hay una siguiente página en este libro. Sombra negro azabache, llanto en el silencio de la noche. Las palabras se escapan de las hojas, no quieren tener un final. Corretean e intentan adentrarse en lo más profundo de mi cuerpo. Lucha entre carne y alma.
Ella me mira tras un espejo opaco, sabe quién soy. No puede salir y yo intento no soltarla de la mano. Su otra mitad, persiste en dejarme ir.
Ella lucha por seguir sujeta a mí. Innumerables veces, susurro al mensajero del viento, que le lleve mi amor en pergaminos de sueños.
No puedo evitar pensar, que desaparezcas de mi recuerdo. No puedo evitar pensar, que prefiero vivir una vida sin conocerte; que saber que me quieres y no poder abrazarte, ni sentirte y aceptar que jamás compartiremos una mirada seguida de un beso.
Es un dolor tan insoportable…que solo me queda escribirlo y dejar que se evapore en el aire. Analgesia hecha en letras.
Cuando consigues huir por pocos minutos, es cuando puedo abrazar tu fantasma. Ahí, en nuestro lugar, me expresas lo que sientes. A veces, te muestras en la realidad, pero mis ilusiones se marchan al saber que los segundos te acompañan.
Hoy, estás a mí lado. Gris añoranza ata mis pies.
Hoy es un día que desearía no tenerte escrita en mi piel.