La palabra

Juan Manuel era un niño alegre y vivaz, pero no vocalizaba bien. Lo aquejaba un trastorno de la voz.
Su logopeda había logrado buenos resultados en poco tiempo, pero el ambiente familiar no le era propicio, debiendo soportar la presión de quienes se sentían avergonzados e indignados por considerar que un niño tan feliz, extrovertido e inteligente, debiera poner mayor empeño para comunicarse correctamente.
Abuela, tíos y primos, sea por ignorancia y acaso por indolencia, asociaban su problema a un capricho más que a un trastorno.
La situación alcanzó el límite cuando la abuela, insensible y brusca, lo colocó frente a sí y mirándolo severamente le dijo:
—Eres igualito a tu madre. Menos mal que murió para no oírte. ¡Habla bien de una puta vez!
El niño, para asombro de la abuela, la miró, sonrió y besándole las manos pronunció una sola palabra, con suma claridad y perfecta dicción:
—Logopeda.

 

El gusto es mío, volverte a encontrar por aquí. Y si, una lección, que en su día dio Juan Manuel, a día de hoy, habla con soltura, aunque sigue yendo una vez por semana a su logopeda, la mayoría de los MICROPROSA, son verídicos, parte de lo vivido en mi trabajo, que llegan a mis oídos y en alguna ocasión, he sido testigo ocular, de las vivencias que claman al cielo.

Un abrazo Ligia.

 

Esa no era una abuelita dulce precisamente, menuda pieza la señora, menos mal que el niño era listo y le dio una lección. Me ha gustado tu micro, sencillo y sensible como siempre. Un beso, Luci

 

es un gusto leer sus letras,saludos

 

Buenos días Esther:

A mi, me encantan tus comentarios," Como siempre", EXACTAMENTE ABUELA, no tenía esa imagen, ni actitud, así, como tampoco hay madres, que solo lo son, por haber paridos, ni hijos, que parecen salidos del dominio, que se va a hacer, si haber hay de todo y para todo.

Lo importante es que Juan Manuel ha mejorado y su abuela, también, pero nunca se perdonara ese comportamiento, aunque su lindo nieto, no se lo haya reprochado, ni lo haga nunca.

Un abrazo gigante para ti.

 

Buenos días Sebastian:

Gracias por el saludo y tu tiempo en este relato.

Besos.

 

BuenA LECCION LE DIO. Buen miro que nos dejaste para reflexionar, Abrazos

 

Buenas tardes Rosa:

De lecciones está la vida completa, de ocasiones, para aprender y de momentos para hilvanar ideas y reflexionar.

Gracias por tu comentario.

 

Sonoros aplausos para tu inspiración. Excelente lección de vida. Un placer dejar mi huella. Saludos.

 

Espero que el niño enseñe a pensar bien a su abuela. Buen relato.

Saludos desde Madrid.

 

Gracias, una vez más.

 

Buenas tardes Antonio:

Pues si, la abuela, ahora piensa, antes de hablar.

MUCHAS GRACIAS.

Solo estuve una vez en Madrid, cinco días, en el noventa y ocho, estará muy cambiado, me gustó entonces, ahora mucho más.

 

Lindo relato Luci, pero, necesita edición. La redacción confunde y diluye algunas cosas.
Hay sí, fuera de la redacción, una contradicción que deberías corregir, donde dices que "...palabras sueltas de sus familiares, como su abuela , su tío, o su prima, ellos, bien por la ignorancia o por la falta de parientes con este problema, no descartaba a cada rato..."
Nombras a "familiares, abuela, tio, prima", o sea, nombras a todos familiares del niño y luego más adelante dices que "bien por ignorancia o por falta de parientes con ese problema" A ellos no les faltaba parientes con ese problama, ya que el niño era pariente. Deberias ver de redactarlo distino, o bien "a falta de otros parientes con ese problema", pero creo que el cambio debe ser más radical, intuyo qué es lo que estás queriendo decir, pero no lo estás logrando. Creo que lo que quieres decir es que ellos no se han acostumbrado, a asimilaso, o aceptado el problema del niño...
Bueno, espero que sirvan mis sugerencias, es un relato que merece estar bien escrito. Cuenta conmigo si quieres edición.

Saludos

 

Buenas tardes elbosco:

Te agradezco el detalle, pues tienes razón, esto me suele suceder, porque a veces, son más rápidos mis dedos, que mis ideas. Incluso se da el caso también, que ambas corren juntas y casi siempre suelo revisarlo, antes de enviar respuesta, pero me acelero y pasa lo que pasa.

Con lo cual, me detengo a decirte y rectificar, modificar, dime si así estaría escrito correctamente.

Juan Manuel era un niño abierto, no vocalizaba bien, por su corta edad y su problema de trastornos de la voz, su logopeda había logrado mucho en poco tiempo, pero el ambiente familiar no era muy favorable.

Los niños del parque, se reían sin reparos, algunos mayores que él, pero eso no le afectaba mucho, ni siquiera los comentarios o palabras de algunos familiares, como su abuela , su tío, o su prima, ellos, bien por la ignorancia o por no haber parientes con este problema, no descartaba que era cosa de Juan Manuel, algo un poco absurdo, pues era un niño feliz, extrovertido e inteligente.
La abuela, puso al nieto de frente y le dijo bruscamente, con una insensibilidad y arrogancia impropia de abuela y ser humano, para asombro de la abuela , el niño solo dijo una palabra, pero bien vocalizada.
_ Eres igualito a tu madre, menos mal que murió para no oírte, habla bien de una puta vez.
La miró , sonrió, le beso las manos y dijo con claridad " Logopeda".

 

A ver que te parece mi edición:

Juan Manuel era un niño alegre y abierto, pero no vocalizaba bien. Y no por ser aún pequeño, sino porque lo aquejaba un trastorno de la voz.
Su logopeda había logrado muy buenos resultados en poco tiempo, pero el ambiente familiar no le era propicio y era objeto de las burlas de otros niños. En el parque, incluso los niños mayores se reían de él sin reparos.
De su familia sufría una especie de acoso. Se sentían indignados y hasta avergonzados de que siendo un niño tan feliz, extrovertido e inteligente, no pusiera su mayor empeño para comunciarse debidamente.
Juan Manuel escuchaba los comentarios y descalificaciones de sus familiares, pero parecían no afectarle demasiado.
El caso era que sus parientes: abuela, tíos y primos, sea por ignoracia y acaso tambien por indolencia, asociaban el problema a un capricho del niño más que a un trastorno de desarrollo.
La situación alcanzó el límite cuando, con una insensibilidad impropia e indigna de una abuela, esta lo puso frente a sí con brusquedad y mirándolo severamente le dijo:
–Eres igualito a tu madre. Menos mal que murió para no oírte. ¡Habla bien de una puta vez!
El niño, para asombro de la abuela, la miró, sonrió y besándole las manos pronunció una sola palabra, con suma claridad y perfecta dicción:
—Logopeda.

 

Creo que si comparas ambas redacciones, podrás darte cuenta cuáles eran las falencias del texto original.
La escencia se mantiene en la nueva edición, pero fijate el orden, el ritmo, la sucesión de enumeraciones... todo ayuda a que se lea tranquila y naturalmente, sin preocuparse por la forma. Cuando un texto no está bien redactado sucede lo contrario, el lector, en vez de adentrarse en el relato, repara en la forma.... Un buen texto desaparece y trasluce los hechos. No digo que mi edición sea un buen texto ni que tenga estas caracteristicas, pero debemos aspirar a eso. Un buen ejercicio es escribir algo y cuando lo damos por terminado, dejarlo de lado un timpo, tal vez un dia o dos, y leerlo como, no como si fuésemos el autor sino como lector. Entonces podemos detectar los problemas de comprensión.
Espero que haya servido y te pido disculpas si mi atrevimiento fue excesivo, es que me ha gustado la historia y sentí que merecía mayor atención.

Fernando

 

Si, queda mejor, pero ya no reúne las normas de microprosa

Si Fernando, pero ya no sería valido para el Microprosas, que ha de contener diez líneas, sin embargo agradecida y sacándole partido a tu ayuda lo conservaré en mis textos, tal cual, ha quedado ahora.

Muchas gracias.

 

Lucy, las reglas dicen que tenga 150 palabras, la version editada tiene 218, muy simple recortar 68 palabras. Si quieres te ayudo con eso.

 

150 palabras


Juan Manuel era un niño alegre y vivaz, pero no vocalizaba bien. Lo aquejaba un trastorno de la voz.
Su logopeda había logrado buenos resultados en poco tiempo, pero el ambiente familiar no le era propicio, debiendo soportar la presión de quienes se sentían avergonzados e indignados por considerar que un niño tan feliz, extrovertido e inteligente, debiera poner mayor empeño para comunicarse correctamente.
Abuela, tíos y primos, sea por ignorancia y acaso por indolencia, asociaban su problema a un capricho más que a un trastorno.
La situación alcanzó el límite cuando la abuela, insensible y brusca, lo colocó frente a sí y mirándolo severamente le dijo:
—Eres igualito a tu madre. Menos mal que murió para no oírte. ¡Habla bien de una puta vez!
El niño, para asombro de la abuela, la miró, sonrió y besándole las manos pronunció una sola palabra, con suma claridad y perfecta dicción:
—Logopeda.

 

Ah, si, es cierto, o palabras o líneas, gracias.

Un abrazo.

 

Muy bueno este microrelato luci2, genial. Quizás es más grave el problema de los familiares que el de Juan Manuel porque el problema de articular el lenguaje del niño tiene solucción.
He leido los comentarios de elbosco, tiene razón y puede seguir en microrrelatos cortando lo que le sobra, vale la pena porque está muy bien la idea que quieres transmitir.
Encantada de leerte, Buen Día

 

Buenos días Valen_Tina:

Gracias también a ti, por tu apreciación, lo voy a modificar en un rato.

¡Qué tengas buen día!.

Un abrazo.

 

Buenos días, elbosco:

Ya está modificado, muchísimas gracias.

Un abrazo.

 

El niño era inteligente y sabía lo que quería y empleo sus armas para convencer a su abuela de la solución de su problema de habla con una logopeda. Grato leerte. Un abrazo amiga.

 

Palomita, gracias, un abrazo enorme.

 

Hermosura de admirable obra de palabras divinas.

 

Contigo es fácil evolucionar y tener un buen día, cada vez que entro en el portal, gracias de veras, un abrazo.

 

A mi me gustó mucho

 

Preciosa hermosura, obra soberbia de arte magnífico.