La Parca (soneto)

La Parca


Marchas sin pausa y de soslayo miras,

sin previa seducción mi barco abordas

y, aunque dijera no, mi ser desbordas

ligando sin desdén, pavor inspiras.


Fingiendo timidez sutil suspiras

en impasible fin, así zabordas

tejiendo un trance que de negro bordas

inalterable, tú, de atroces miras.


Negocias con el niño y el "geronte",

al joven no descartas en tus idas,

pisando como un cruel rinoceronte


te bebes lentamente pobres vidas.

Se dice que pareces polizonte

cogiendo de los hombres sus caídas.


02/19
Andrea.

Reservados todos los derechos de autor.

 

Por la muerte no hay que preocuparse puesto que nos espera toda una vida.
Buen soneto sobre un siniestro tema.
Saludos.
Castro.

 

Excelente soneto con agradables ritmos combinando propios y sáficos, y sin tacha alguna, cantidad, acento, entonación y timbre, clavados.
Abordas el abordamiento (jaja, valga la redundancia) de la de la guadaña que lo mismo siega al niño que al viejo. Un tema que debería usarse más a menudo, y tú lo usas en este magnífico soneto, por lo que te aplaudo.
Besos, Andrea bonita, besos en alas de los vientos.

 

Gracias por tu visita. Un saludo Castro.

 

Gracias José, me alegro que te haya gustado.

 

Da un poco de miedo!!! Excelente composición, Andreas. Un placer leerte.
Saludos.

 

Ella siempre está ahí... Gracias por tu visita. Chausito.

 

Magníficos versos, donde sabemos que la parca no mira, ni analiza a quién se lleva, simplemente pasas con su guadaña segando vidas, excelente poema, saludos Daniel

 

Muchas gracias.