La pérfida serpiente

Huelo a humedades y sangre, pequeños duendes se paseaban por la casa, las paredes se tiñeron de negro cuando una serpiente cae en la sala, se parte en dos a un niño con el filo de cien cuchillas.

Se llora un océano entero, rechinan paredes de dolor, tiembla la casa en ruinas, el grito de una madre estalla.

El espectro de una mujer toma la primera mitad; se lleva el alma del querubín.

Otra mujer con cuerpo de barro; se lleva la otra mitad a tierra.

Una niña presencia la escena, se arranca los ojos, instante que se los come, reclama con gran ira y pide pena de muerte, pero la serpiente es sentenciada a cadena perpetua.

Incapaz de forjar justicia, vende su alma al espectro femenino y con gran coraje se ahorca para estar junto a su bebé, regalando su cuerpo a la mujer de barro.​