La persona que pudo poner mi mundo de cabeza.

Me lo pediste concedido… poema a mi novia en esta noche mágica e infinita, donde los recuerdos a mí me han invadido.
He visto como hemos cambiado, pero he visto también como de a poco hemos mejorado con cada uno de nuestros actos… cada uno de ellos ha marcado esta relación, nuevamente prendí un cigarrillo, nuevamente sirvo licor a mi copa, nuevamente me pongo mi gorra, pienso en ti y la inspiración llega cielo.

Necesito que me mimes, necesito que me hagas hombre de nuevo, como necesito que cada dos o tres días me digas que lo he hecho bien, también que te he quitado el estrés de encima.
Me haría bien saber que hago las cosas de manera correcta, para aquella mujer delicada y perfecta.

Tú, a lo mejor… no eres la mujer perfecta, pero piensa en que pienso que eres lo más cercano a ella, a pesar de tus enojos y los míos, a pesar de que te han dicho de que esta relación no da para más y a mí también… nosotros de las manos, enojados o felices, seguimos adelante… por que una persona enamorada es capaz de ser sorda, ciega y muda… ¡Imagina como serán dos personas enamoradas!

Esta noche… nuevamente no te tengo, y quizás nunca lo haré, pero en la tarde te hice mía… no sabes cuánto lo quería, pasa por mi mente el dulce sabor de tu cuerpo, de tu pecho… de tus senos y tu cadera, de tu entrepierna y tus piernas, todo esos recuerdos llegan a mi mente, para seguir acumulando estas ganas de volver a dejarte mi olor marcado en tu piel.
No soy el mejor poeta, pero esta poesía es sólo para ti… siempre lo ha sido, sólo dime que me amas, sólo nunca sé fría… sólo nunca me dejes… sólo ámame.

Es que sin ti no hay nada, después de ti… no habrá tiempo que no piense en lo que piensa la persona que pudo poner mi mundo de cabeza, no olvido los errores… más de mi parte, pero tampoco olvido que te amo, nunca lo he olvidado, tampoco olvido el miedo a que te enojes.

Tampoco olvido los malos comentarios, a los cuales hemos hecho oídos sordos, eso me encanta de los dos… ven… vuelve a tocarme como lo haces, tócame de arriba abajo, sin parar… sin dudar y sin respirar.

No sé que deparara el destino, sólo quiero darte un aniversario espectacular y una vida llena de risas, hasta que cada uno tome su camino… por que nos separaremos… sólo par que el destino nos vuelva a juntar y ser esos niños con miedo a declararse.

 

Hermosura, belleza, una divinidad de obra muy bonita.