LA POESIA ME AMA

LA POESIA ME AMA

I

No se porqué,
Ni sé, si todo conspirado...
No lo sé.
Destino o presagio.
Pero, vino a llamar.
Toco el timbre de mi alma.
Yo le abrí la puerta
Y dejé que se instalara.

Se heredan las herencias,
Los genes se heredan,
Sigo sin saber
La herencia de las letras.

Así mismo, te invoco,
Anhelo tu presencia.
Dibujo, paso a paso,
Tus formas inquietas.
Porque, presiento tu dicha,
Y tu sufrimiento mudo,
Cuando calla el poeta
Por la fuerza, desnudo.

Saeta que elevas,
Hasta alcanzar las estrellas.
Volcán de amor de fuego.
Pañuelo de tristeza,
Que enjuagas las lágrimas
De los desheredados,
De los oprimidos y marginados.











II



Nadie invento el poema
-Racimo de versos esparcidos-
El poema está siempre ahí,
En el corazón de los niños.
En las callosas manos del anciano.
En el alma de una madre
Y en el sacrificio del padre.
En las plantas y las flores.
En la libertad encadenada,
En la libertad sin cadenas.
¡ Hasta en la muerte anunciada ¡

Por sus ritmos
Resbala el agua deseada
La piel grosella de los labios
Cuando besan y aman.

El dorado trigo de las palabras
Que flotan en las nubes,
Que viajan
Por el infinito mundo
De sentimientos escritos,
Deseado por las almas.

 

Es un hada, Carlos, que nos tocó mientras dormíamos.
Bendita o Maldita, nos hace ver los que otros no ven.