La revelación

Yo quiero que se entere que la quiero,
decirle que la amo sin mesura,
contarle que sin ella yo me muero,
perder entre sus brazos mi cordura.

Yo quiero que ella sea mi lucero,
la luz de mi camino en la negrura,
la fruta suculenta del frutero,
que impregne entre mis labios su dulzura.

Espero que el amor que le confieso,
reciba con su alma ilusionada,
y sea en nuestras vidas el suceso,

―la fuerza del cariño transmutada―,
que vierta en el ambiente el embeleso,
¡que indique que la tengo enamorada!​

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Bello poema, en el amor nos gusta que sepan que las amamos como también nos gusta sabernos queridos, me ha gustado amigo puroamor. Un abrazo. Paco.

 

Muchas gracias Paco amigo por tu comentario, lo cierto que el amor sincero es recíproco, dando es como recibimos, pero de nada sirve un amor platónico hasta que la persona que amas lo sabe y te corresponde de igual manera.

Abrazo cordial,

puroamor