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La Sarna

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por angel del olvido, 23 de Octubre de 2010. Respuestas: 1 | Visitas: 937

  1. angel del olvido

    angel del olvido Poeta asiduo al portal

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    La Sarna

    Dice un loco,

    “Declaro abiertamente haber fumado ayer en tu nariz, ¿Qué paso?


    Un micro pájaro sobrevuela la estancia campesina, solamente anda. Dos o tres agites de alas y decide cambiar la turbulenta agenda aeronáutica y dirigirse en picada a la fría noche estática, guardada en la resquebrajada taza de Roberto. Cae en el café, se despide de alguien, se le escucha y luego hasta el fondo de la negrura, Roberto observa al mosco hundirse, lo mira como ha mirado las tristes mazorcas de su campo. Roberto se ha refugiado en su casa desde las seis, totalmente bañado en el río.
    Justo después de que estuvo a punto de volarle los sesos a un niño de catorce años. Terminado el baño tomo el camino de la y griega para no tener que pasar por el pueblo, (dos o tres casas chuecas con habitantes flacos y monstruosos).

    En el pueblo los llaman el sarnoso, el brujo o simplemente el hijo de su chingada madre, ahora acaba de rescatar con su dedo el cuerpo hecho bolita del micro pájaro, lo mira, lo retiene un poco mas solo para sacudírselo y dar un prolongado sorbo a su taza de café, termina vaciando la taza, se sirve un poco mas, y observa la pared de enfrente, sabe que alguien lo esta observando con dos pequeños ojos lilas, no voltea, sabe sin embargo que tiene en frente el retrato de su madre envejecida.
    Mama Ness solo le sonríe, lo observa calentar café y una tortilla, le ve buscar un trozo de queso seco bajo la funda del machete, lo observa y sabe que su pequeño hijo no hará nada mas, seguirá cenando lo mismo por cuarenta años todavía, es entonces cuando mama Ness prefiere cerrar sus ojos y regresar a su tumba, clavada en el cerro.
    Hoy Roberto no le pedirá que se quede, lo que desea hoy es mandar a todo el pueblo junto a su madre, a ser bulto, a pudrirse quizás. Quedarse si pudiera cien años contemplando las turbulentas agendas aeronáuticas de miles de micro pájaros, detallar para alguien si es que se puede las imperceptibles ondas de palabras formadas por la caída de un micro pájaro desdichado. Eso y no tener que volver a ver la cara de Lucía, la mujer que le echa las tortillas y le chupa la barriga todos los domingos después de misa.
    ¿Qué se podrá hacer?, piensa, nada. Opta por montarse en su viejo caballo blanco, cabalgar sin prisas monte adentro, fumar un grueso enredo de hojas de tabaco. Esperar la noche cerrada junto al árbol igual de sombrío e indistinguible que él. Esperar la voz del diablo, diciéndole al odio que pronto lo sacara de la angustia. Esperar y bajarse el pantalón, aguantar sin queja alguna la dura verga del demonio, sellando el pacto que ha de transformarlo en un micro pájaro, sin alma, por mil años.
    “Es eso o volverme desnudo al pueblo, cubierto de sarna.” Piensa.
     
    #1
  2. magozzcuro

    magozzcuro Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    20 de Marzo de 2008
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    me alegra ser el primero en comentar esta prosa,,, me gusto de verdad, tiene un ritmo que lo hace encantador, eso unido al desgano y el "No futuro" del relato lo convierte en algo rescatable,,,
    saludos
     
    #2

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