La sed miserable.

Lleno de viejos y parias
cubil de idiotas y sabios
que resuelven egoístamente
el instinto que los mantiene unidos...
Es grande de formas pequeñas
a veces gusta respirar
el leve aroma de la decrepitud
para sentirse real...
De alcohol y sombras
humo de colillas rotas
paredes de grises sueños.
Núbiles ancianos patéticos
llenos de falsos trofeos.
La servidumbre falta
como una nota falsa
que rompe la melodía quieta.
Amigos de triunfos fracasados
venas de incienso de tabaco
riendo mentiras muy ciertas.
Gordas de hambrienta mirada
comen mientras callan
los jóvenes brotes de una ensalada.
Madres desparasitando
inquietos hijos mientras
sus maridos pelean entre cartas...
Barullo feliz que hiere los oídos
tramas de deslealtad profunda...
Reuniones amigables
felices cubiles donde las bestias
abren sus enormes fauces
llenas de sed miserable...

 

Interpreto que te refieres a algún local de ocio, bar, café, restaurante...me ha gustado como describes el ambiente y a sus gentes, tiene su punto agridulce este poema. Un abrazo amigo James. Paco.

 

Excelente descripción de imágenes. Saludos cordiales.

 

Así es.
Y es doloroso.
Por suerte, están la furia, y la alegría.
Para culminar la obra.
Es la rabiosa actualidad. Estamos furiosos, y querríamos estar alegres.
Y así, el juicio es sano. Estamos en nuestro sano juicio, si no somos severos, o terribles.