La sombra

¿Que cuando fue la primera vez que lo vi doctor?, no se, creo que fue a los tres años, pero estoy seguro que ha estado ahí desde siempre, parado frente a la cuna que me arrullaba, en la sala de parto mientras mi madre concebía, quizás incluso desde mucho antes.

No crea usted que se trata de una persona con rostro y facciones, no es una persona doctor, es una “sombra”, una temible sombra; al principio no creí que fuera malo, incluso me divertía, podría decirse que fue mi primer amigo, mas todo cambio después. Recuerdo un día en que volvía del colegio tras haber comprado dulces, pequeños bombones cubiertos con chocolate, fue entonces cuando me di cuenta de que no era tan bueno.

¿Por qué?, porque un niño grande en su bicicleta paso y me los arrebato, me enoje tanto que llore, y mientras lloraba la sombra rió, ¡rió! lo puede usted creer, como si le hubiese divertido la broma, pero no fue todo lo que hizo, pues mientras reía señalaba al niño que me había arrebatado aquella rica felicidad. Lo increíble vino después doctor, cuando al llegar a mi casa vi gente, patrullas y bombones cubiertos con la sangre de un niño al que habían atropellado.

Si doctor, ¡si! la sombra había hecho eso, lo había hecho y le había gustado, ahora sonreía, con esa sonrisa estúpida que siempre tiene, lo hacia mientras comía, mientras me aseaba, cuando estaba en clase o hacia mi tarea, incluso cuando dormía se paraba en una esquina y sus dientes amarillentos resaltaban en la oscuridad.

¿Quién será el siguiente?¿Quién lo será?

¿Tiene idea de lo que es doctor? Tiene idea de lo que es ver morir a todos alrededor, al tipo que me molestaba, al profesor que me sacaba malas notas, al que se burlaba o al que simplemente no era de mi agrado.

Todo es culpa de la sombra, todo; no fue mi culpa que aquel policía tropezara mientras levantaba la infracción, ¡lo juro!, no soy un asesino, aunque quizás si tenga algo de culpa, pero no como usted cree doctor, yo solo me enojo y ella los mata.

Como a mi abuelo cuando no me quiso llevar de viaje, no quiso y yo llore, patalee hasta que la sombra sonrió señalando al autobús que se alejaba. ¿Qué paso después? …un autobús que se caía en un barranco por la culpa de un conductor dormido. Como a mi primer novia que me dejo plantado, y la sombra señalo hacia una columna de humo que se levantaba a la distancia, como a mi padre, mi hermano, mi perro...

Si doctor, quizás si soy culpable después de todo, un asesino en serie sin duda, ¿no lo crees tu sombra?, esa estúpida sonrisa te delata, te diviertes ¿no es cierto?, pensando que al fin me has vuelto loco.

Por cierto, ¿sabe usted que llevo cinco suicidios fallidos?, si cinco, cada uno de ellos un autentico “milagro” según los doctores, mas yo se que no es ningún milagro, no, es obra de ella, de esa retorcida sombra que sonríe divertida cada vez que fallo, que se mofa mientras baila a mi alrededor.

“Inténtalo” me dice, “inténtalo pero siempre fallaras, porque yo decido”

¿Qué no lo cree doctor?¿Por qué no lo cree?, no ve acaso que es la verdad mientras coloca un sello de demente en el papel. Me indigna tanto... tanto.

[FONT=&quot] ¿A quien señala ahora doctor? “A usted”, si a usted, jajaja y enciérreme ahora porque estoy loco, pero usted morirá mañana, y yo viviré para esperar el momento en que esta maldita me señale; esperar, quizás toda la eternidad