La teniente primavera

Vencido el invierno, soslaya la primavera, la teniente de las alegrìas, el cautivador arrullo de las hojas, el maestrazgo del viento, interno de aludes de mar sediento, incluye tambien una pizca de sal, quebradiza, cuyo manjar en vena desata pasion y descontrol, como el tren ahorcado y metalico, como la chimenea hidràulica, enciende una hoguera y el sinuoso destino te planta carretera por pasajes y misteriosos caminos inexplorados, la primavera... 3 meses de cristal y purpura de las flores, magristatura y comunion de almas, tirabuzones al vientre, y inòcuo fatalismo, vencido el invierno, tropieza el otoño y engrandece las auroras de las cuñadas, lucen los luceros transitados de los caminos, luchan los barcos por verse caminar y saludar, al compañero, que tiene pena de acompañar, al fresco aroma del mar, somnoliento y desnudo, realidad, que podremos comentar de las luces, granates como las esquinas, rutilantes como el deseo, oscuras como un vagon traicionero, tàmbaleantes en sus olas gastadas por el oleaje, sedientos de sedimento, en rocas y mas rocas, la teniente primavera, grandeza ingràvida, poema de mar, desecho en cruces malvas, desentierro colosal, misterio de dias especiales, cupido amarrado en las correas, cuando un flor te abraza el destino se despide y te recomienda volverla a besar, y mirar arriba, desolando los segundos, y contando las horas intermitentes, que paso a paso empiezan a volar, por efìmeras playas fluviales, por cielos encapotados, por abril, enloquecido, llega la primavera màs bella, con fuerza de ciclón, y mùsculos de acero, un bastòn errante, nos persigue, gritando nuestras hazañas, poseyendo el espíritu, maniatado como una presa, llega la teniente primavera, 3 meses de sonrisa pedigüeña, furor de campesino rimbombante, luce a babor, el circulo de la primavera, caen los dias, trasiega el ocaso en sus aspavientos, cerce la remolacha, y el amor nos da permiso, a ti y a las muchachas, a los arces y los parques, a las especies diferentes y al cultivo de la noche, sonrojante, desnuda, vuelan las palomas, y el abrevadero comunica nuestro deseo, de empezar al son de bailes sanos y puros, fustidados y crueles como un vendaval,y cuando la primavera descansa llega la sed del arriero y los cimientos del otoño, llegan las brisas y un agua descubre nuestro aliento.