La triste historia de un beso desdichado

Fue tan grande el deseo de besarte que sin darme cuenta un beso escapó de mi boca, se escapó de prisa y con tanta alegría lo ví alejarse que no tube el valor de regresarle.

Pobre beso si supiera que no existen ya tus labios, no he visto tu sonrisa por gran tiempo, y tus recuerdos ya opacos en mi mente se van nublando.

Luego de unos meses aquel beso regresó deshidratado, ya ni lágrimas tenía pues se le habían acabado.

Me cuenta que cruzó rios, Lagos, desiertos y hasta pantanos. Que vió ciudades contaminadas de todo, no encontró nada sano.

Me dice que cuando al fin llegó a donde te encontrabas los besos de otro amor ya te sobraban y no hubo más que regresar porque tus labios muy contentos el los observaba.

Otra vez mi beso se ocultó dentro en mis labios traía en su piel un sabor amargo, el triste sabor del desengaño.