La trufa (Paisaje de otoño)

El dorado paisaje donde el roble
envejece en su tono más cobrizo,
es de otoño, y su espeso cobertizo
da la vida a un tesoro negro y noble.
No hay redoble
de campanas, no hay música, (no hay nada)
solo agua que entre cantos va rodada,
y rodando rodando llega fría.
Por el orto escondido de la umbría
aparece la trufa allí enterrada.

PepeSori
SafeCreative
Mayo​

 

Cosas que esconden los bosques, Pepe, en los que hay mucha más vida de la que el observador ingenuo ve.

Con esto de tus experimentos métricos se hace un poco difícil criticarte en ese aspecto, pero sospecho que al tercer verso lo quisiste endecasílabo y no lo lograste. En cuanto al quinto, se puede romper la sinalefa en «no hay», un tanto forzada, para verlo como pentasílabo y acomodarlo así al ritmo impar, aunque debamos reconsiderar esta ruptura para lograr ver al sexto como endecasílabo... El quebrado en el quinto verso, si es que fue esta tu intención, sí que me parece corresponder a la tradición clásica, enfatizando el rol de «eslabón» del quinto verso de la espinela.

abrazo
j.

 

El dodecasílabo del tercer verso paso a mejor vida, saludos cordiales