La última moneda.

Los pies avanzan sin que la mente indique rumbo, mientras los sonidos se callan tras los pensamientos.

--Un día más --meditaba en sus adentros, en tanto las manos rebuscaban los bolsillos con la esperanza de reaparecer esa última moneda.​

Por magia apareció de la nada, aquella pordiosera de mirada parlante... porque sus ojos lo decían todo. La vez que era joven, que era amada... la mirada ausente de futuro, más indicaba en su brillo que no todo se había perdido.

--Un día más --se dijo ahora en voz alta... no era necesaria la moneda.​

 

La mente es dueña de todo... ¡qué peligro!

Saludos

Palmira

 

""Los sonidos se callan tras los pensamientos"", me encanta esa frase.
"""La mirada ausente de futuro"", otra soberbia frase.
Buen estilo, buena prosa, un buen escribir. Te felicito.
Un fuerte abrazo, querido amigo.

 

Está de puntos suspensivos esta prosa... felicidades, buen escrito.