La última tarde

No reconocí tu comportamiento
la última vez que esto acabó,
o siendo lícito
pero humillándome,
que tú lo acabaste.

Te noté dura,
y entre tu dureza
escondías una verdad
de gran peso,
hecha de lo prohibido.

Noté tus ojos sarcásticos,
raramente ese sarcasmo
era dirigido para mi fragilidad,
la que no tiene armas,
la que tanto cuidabas.

¡No eras tú!
Pero si no eras tú.
¿Quién era?
O acaso eras tú
no siendo tú.

¿cómo todo termina
en unos pocos segundos?
Besos, risas sueños,
todo momento se va
para no regresar.

En unos pocos segundos.
¡Que no hicieron daño!
Te perdí...
Es difícil de entender
como la más ardua ciencia.

Borraré de nuestra cronología
la tarde aquella
donde no fuiste buena,
y me quedaré con el final anterior.
Esa noche de grandeza...

 

Siempre hay que recordar las cosas y momnetos buenos de un amor. Te dire que este poema me gusto mucho tiene tanto sentimiento.

Abrazos,
Guadalupe