La vanidad de la flor

Cayó la pluma al piso.
Y quedaron truncadas ilusiones fantasiosas en la mesa.

La flor acostumbrada sólo a observar,
poco pudo hacer para evitar la caída.

Ella tan elegante y sofisticada en ese florero,
se limitó a lamentar tan desafortunado incidente.

Ella sabe que su belleza ya no será descrita por la pluma,
que importa!!!, toda su vida ha sido rodeada de ilustres poetas.

Aduladores seguirán ahí y su ego nunca estará vacío.

Como el vacío inmenso que tragó y devoró a la noble pluma.

¿Y qué ha quedado truncado encima de la mesa?

¿Palabras, pensamientos y oraciones que quizás la misma flor
despertó y alimentó a las tontas ilusiones de la pluma?

No acaso también la pluma, fue artífice del orgullo tonto de la flor.

¿No describió la tonalidad hermosa de sus pétalos?

¿No enalteció su aroma penetrante e inolvidable?

¿Acaso, merecía una muerte así,
sin que nadie pudiera protegerla de la caída?

No. La pluma tenía que terminar así,
para poder llamar la atención a la bella flor,

Aunque ésta, ni un pétalo alabado por la pluma,
le brindó ahora en su muerte.​

 

Bellas líneas las que escribes... la sencillez con la que muestras un desamor, una desilusión.

saludos!!!

 

Un trabajo realizado con mucha dedicación. Excelente. Recibe un cálido saludo venezolano.