Las Aventuras de Pedro Urdemales( narradas en décimas)

Prólogo

Es difícil encontrar en la historia de nuestro país (Chile) un personaje, sea ficticio o real, más interesante y más original que en el que me baso para escribir estos versos.

Sus historias han sido contadas a lo largo del tiempo en reuniones sociales tanto en la ciudad como en nuestros campos. También llegaron a nosotros en libros de cuentos, por lo que han sido lectura de niños y adolescentes. Es un personaje que tiene todos los ingredientes de el típico granuja , que recorre diversos lugares embaucando y estafando a lugareños para obtener dinero. Sus estafas y engaños son mas bien inocentes y forman parte de nuestro folclor, y manifiestan la viveza del chileno. Esta idea cambia radicalmente, cuando llegan a mi obras muy antiguas, como “La Comedia famosa de Pedro Urdemalas” escrita por Miguel de Cervantes en el siglo XVII, en donde encuentro a un hombre mucho más humanizado y real y en cuyo relato es el mismo personaje quien nos cuenta las razones que lo llevan a desarrollar sus aventuras y viajes, haciéndonos cómplices de sus truculencias.​

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Todo esto me inspira y me hace recapitular para componer la historia que les presento: La vida de Pedro Pablo Alegría Lillo, más conocido como Pedro Urdemales.

Junto con contar la mayoría de sus historias clásicas, aprovecho narrar sucesos y aventuras jamás escritas; en donde detallo aspectos desconocidos de su vida, los que nos hacen entender su manera de ser. De esta forma de ser un ladronzuelo y estafador nos vamos encontrando con un personaje mítico, que vence a la muerte, enfrenta a seres demoníacos logrando quebrantar su hado y convirtiéndose en un verdadero héroe.​

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Finalmente empleo un vocabulario utilizado en el siglo XIX, con vocablos y modismos usados por la gente de aquella época. Por último para acrecentar la sensación que son historias de antaño; la obra en su totalidad la narro en versos, y para eso utilizo la Décima Espinela, muy usada por poetas y folcloristas de la época.

Espero disfruten las historias que a continuación les presento y como dijo Don Miguel de Cervantes en 1615 "Su genio y astucia excede a cualquiera". Yo agregaría que su temple, espíritu aventurero y valentía lo elevan a la categoría de héroe épico de este país.
Las iré presentando por partes. primero su infancia, adolescencia y vida adulta.

Piyato Benítez (Seudónimo de Rodrigo del Río)​

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Profecías del Viento sur
(Por Piyato Benítez)

En las regiones australes
donde se acaban las tierras
se repetirán las guerras;
las batallas ancestrales.
Ya no serán dos rivales,
Como Cai cai y Ten tén,
ahora va a ser el bien
que se enfrente con el mal.
Un ser con sentido dual
como el hombre del Edén.

Será Noche de San Juan
en mil ochocientos uno,
Como número veintiuno.
nacerá en el mundo un truhán.
No conocerá del plan
ni del cielo, ni el infierno,
pero sabrá del eterno,
sobre su gran creación.
Y tendrá la decisión
de tener alas o cuernos.

Hijo del mismo demonio
y una mujer de la tierra
ha de llegar a esta tierra
la noche del pandemonio.
Tal será su patrimonio
que lo lleve a subsistir,
el tener que decidir
sobre lo bueno y lo malo.
Dando un beso o dando un palo
pa’ poder sobrevivir.

“El bien y el mal, andan revueltos en un costal”
Proverbio Español


Primera Parte

Sus Orígenes e Historias Clásicas

I. Su infancia (1801-1815)

A continuación, Pedro nos relata su nacimiento y la forma en que sobrevivió a ese acontecimiento. Luego su estadía en un convento, donde está hasta los nueve años. De por qué huye de ahí y como se hace amigo de un vagabundo y su mascota, con los que comparte por el periodo de un año. Luego aparecen varias de sus historias clásicas, siempre contadas por su propio protagonista. También la primera vez que vive una aventura sobrenatural.

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1. Mis orígenes
(Por Piyato Benítez)

Soy un huaso muy ladino
nacido a orillas del Maule,
cuando este río indomable
se salió para el camino.
Así sellé mi destino
la noche que vine al mundo,
puesto que del inframundo
surgieron rayos y truenos;
los aires quedaron llenos
con un olor nauseabundo.

Mi madrecita era vieja
el año que quedó en cinta,
era una mujer distinta
gordita y con anchas cejas.
Su vida fue muy compleja
para criar sus chiquillos,
ya que solo con caldillos
los mantuvo la bribona.
Su nombre era el de Petrona
y su apellido el de Lillo.​

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Mi taitita[1] era Don Pedro
se apellidaba Alegría,
sin profesión conoci'a
oriundo de Cerro Negro.
Trabajaba con su suegro
sacando arena del río,
en un terreno baldío
del futuro San Clemente,
su rancha[2] quedaba al frente
en un sector bien sombrío.

Nací un veintitrés de Junio
en una choza mugrienta,
una fogata piojenta
alumbraba este infortunio.
Saliendo en el interlunio[3]
asomé yo en el instante,
cuando aquel río bramante
arrastraba nuestra casa;
con todo el lugar arrasa
dejando un caos aberrante.

La desgracia fue gigante
aquella noche fatal,
una avalancha mortal
de este Maule apabullante.
Mi taita me ató delante;
me sujetó con sus manos.
Murieron mis tres hermanos
también falleció mi madre;
solo se salvó mi padre
en esos hechos mundanos.

《《 Solamente por instinto
me refugié entre su pecho
Mientras el agua y desechos
nos arrastraban de un brinco.
Todo aquello era distinto
a lo que me prometieron.
Un futuro me ofrecieron
lleno de gloria y riqueza,
pero creo en la pobreza
a este cuerpo lo pusieron. 》》

A la mañana temprano
el lugar era una ruina.
Se escucha una tremolina[4]
en un día resolano[5],
varios gritos de un paisano
avisaron que en el río,
un hombre junto a su crío
venían flotando juntos.
Si parecían difuntos
por lo pálidos de frío.

Mi padre muy compungido
salió para bautizarme,
las bendiciones echarme
y dejarme bien ungido.
Cómo haber sobrevivido,
un verdadero milagro.
Se llamará Pedro Pablo
nombre del apostolado.
Dios me lo ha señalado
y va ser un poco diablo.

En mis años de lactancia
él me dejaba encargado
a la vecina del lado
que se llamaba Venancia.
Me daba una leche rancia
que un gato se la tomaba,
hambriento me encaramaba
donde estaba la Pimienta;
una perra piñiñienta[6]
y de sus tetas mamaba.

Encerrado en un corral
me dejaban todo el día
de algún modo me salía
por la puerta lateral.
Montado sobre un peral
yo saciaba mi apetito,
o comiendo un tomatito
de la huerta de Venancia.
Siempre, en toda circunstancia
encontraba algo fortuito.

Así vivía el momento
entre miserias y llantos
la comida era un espanto
un pan duro mi alimento.
Grande fue mi sufrimiento
hasta aquel día del grito,
dijeron que mi papito
lo mataron en un bar.
Nunca me voy a olvidar
la vez que quedé solito.

Fue gracias a la Venancia
como fui a dar a un convento,
aún recuerdo el momento
en donde cambio mi infancia.
Se terminó la vagancia
encontré quién me mantenga.
Quizás habrá quien sostenga
que la muerte es un castigo,
yo con lo que sé les digo:
No hay mal que por bien no venga

Fin

Continuará...



[1] Taita: Papá, padre.
[2] Rancha: Casa pobre, con tejado de una sola agua.
[3]Interlunio : Tiempo de la conjunción lunar en que no se ve la Luna.
[4] Tremolina: Bulla, confusión de voces y personas que gritan, enredan o riñen.
[5] Resolana: Dicho de un sitio: Donde se toma el sol sin que moleste el viento.
[6] Piñiñiento(a): De Piñén( Mapudungun: Mugre) Persona o animal con grasa o suciedad que se acumula en la piel del cuerpo producto del desaseo.

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