Las brisas de la noche

Él a cada instante la siente. Cada noche recuerda y siente la primera vez que la vio. Recuerda y siente cada instante que la ha podido ver. La ama con un amor que quiere ser eterno. Pero él igual siente que jamás será amado por ella. Ella se llama Yineska. Es más bella que una noche de estrellas pintadas de amor. Es más bella que un amanecer bañado de pasión. Las brisas de la noche saben de ese amor y ese no amar. Las brisas de la noche sienten el amor de él por ella, pero igual sienten el sentir de ese amor que siente que jamás será amado por el amor de ella. Y por esos sentires de él por ella, sentires que se hacen eternos, las brisas de la noche cada vez que lo tocan a él, se llevan su amor para consolarlo. Su amor vuela con ellas, y ellas lo llevan donde está ella, la acarician, y así ese amor infinito la puede sentir a ella. Acaricia su ser y su amor, entonces las brisas de la noche se los traen a él, y así él puede sentir a ese ser, él puede sentir su amor, y los siente cuando las brisas de la noche lo tocan a él. Brisas de la noche que sienten que el amor de él por ella tiene que ser eterno, pues es un amor que por ella puede volar y sentir, y a ella vale la pena que él y su amor la amen por un tiempo sin fin. Brisas de la noche que por siempre con su amor la acariciaran. Brisas de la noche que por siempre con su amor la amaran. Brisas de la noche que por siempre serán para Yineska. Yineska, las brisas de las noches serán eternas por tí. Vagaran por la vida y el tiempo en busca de tú amor que jamás será para mí. Por eso siempre serán eternas.