Las caricias que me diste son cenizas en el aire

Un cántaro de leche es un abrevadero de moscas en invierno,
sus alas son un trapecio donde se balancean los granos de arena
de las playas que perdimos en la última subasta del buen tiempo,
las nubes se limpian las orejas con nuestro silencio,
es inútil que intentemos mantener en vuelo los amores que han muerto.

Hay luces en tu hombro, pero no son amaneceres,
son arañas grises tratando de cazar en sus redes toda la gama de colores,
¿por qué te empeñas en bailar el ballet del cascanueces
si tienes pies de carcelero de barrio?,
el buen gusto no se cuece en cacerola de barro,
se tiene o no se tiene,
a veces el abismo solo nos llega a los talones
pero es suficiente para ahogarnos.

Pones perfumes en una parrilla y sales a conquistar hombres,
te pintas los ojos con pasillos largos y crees que puedes recorrer el mundo,
eso que oyes no son mariposas en tu vientre,
son retortijones en tus tripas de un sueño que mataste,
las caricias que me diste son cenizas en el aire
y solo espero que el viento no sople
hasta donde vine alejándome de ti para olvidarte.
***
**​

*

 

Qué bueno, vale. Cuídese. El viento es persistente y suele colarse por cualquier hendija que se deje entre versos...

 

Hermoso poema, digno del gran sembrado de la belleza que eres, querido Poeta.

Mi abrazo,

Gladiadora_______________