Las dudas de la existencia

Estaba preguntándome hoy frente a la pantalla de mi PC al ver una página en internet de perfiles personales, de esas que abundan y que siniestramente ofrecen un sinfín de oportunidades a quienes deciden (y no me excluyo) colocar sus descripciones adornadas con fotos, comentarios de sí mismos en las que modestamente ponen “tranquilo” “Guapo”, “Sin Vicios” o simplemente “soy tan modesto que no me atrevo a poner nada de mí con el miedo de parecer presuntuoso” que es más por el miedo de exagerar y hacer evidente que somos todo lo contrario… esas páginas que adjuntan la mágica oportunidad de encontrar toda clase de sortilegios necesarios para poder vivir, amor, hombres, mujeres, amigos, sexo…
Pero pronto la duda surgió de mi mente y empecé a preguntarme ¿Qué? ¿Qué? Que es lo que realmente busca un ser humano desnudándose de esa forma, cual es la esencia de la acción, el motivo puro, el óvulo infecundo, y…
Pienso que el percatarse de la existencia de una persona es un suceso de suma trascendencia, nos da la oportunidad de ver y conocer una vida de la cual no teníamos la menor idea y que sin embargo transcurre, que podemos compartir sentimientos que no nos son indiferentes pues como humanos, igual reímos, lloramos o nos enojamos, compartimos iguales sueños, iguales esperanzas, similares deseos y necesidades
Me he preguntado muchas veces que es, lo que, en lo más profundo ese ojo siempre abierto del alma busca o espera encontrar, y llego a la conclusión, que es la gran necesidad de existir, de hacerse real, de tomar forma, de tener ojos, boca, nariz manos de hacer evidente que tenemos un cuerpo que no solo tiene formas bellas o no, agradables o no, pero que somos en el fondo el contenedor de la esencia del amor, y que nos materializamos a través de la mirada del que se pone enfrente, independientemente si es por medio de una imagen en una pantalla o de una cámara de video; pero es ese tremendo deseo de evidenciar nuestro paso por la vida lo que nos empuja a colocar nuestras fotos en estos lugares, la esperanza de conocer a esa persona que nos servirá como lienzo para dejar nuestras huellas, las huellas de nuestras caricias, de nuestras risas, de nuestras miradas o simplemente las huellas de un buen llamar amigo... ese, que desate el nudo en el cual viene enmarañado todo lo que podemos ser y que nosotros no podemos desatar
Ese, ese que pudiendo ser cualquiera nos elige para desatar también su propio nudo y que espera que no perdamos el extremo de su cordel y que poco a poco se vaya haciendo aparecer como una bola de estambre su vida, para entretejerla con la que él está formando con la nuestra

 

un nulo revés de la vida, muy particular en algunos, grato leerte