1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Las gotas que desembocan sin sosiego

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por en mil respiros, 12 de Septiembre de 2015. Respuestas: 2 | Visitas: 405

  1. en mil respiros

    en mil respiros Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    2 de Mayo de 2015
    Mensajes:
    19
    Me gusta recibidos:
    20
    Género:
    Hombre
    Cien kilómetros pasan tan rápido, la noche entera y el amanecer conduciendo el auto que le robé´a papá. La soledad completa en la carretera. Solo la tierra y la aridez me acompañan en el viaje, pero la realidad es tan inmaterial que nada parece estar pasando.
    Lleno de pensamientos vacíos, como si la impotencia y la adrenalina hubieran tragado todo. La tierra que se levanta alrededor, el beso de un vendaval algo helado y el calor del sol pegando fuerte a través de las nubes. Derrepente un chirrido estremecedor me alerta. Casi choco contra un bus. No voy concentrado, tampoco me interesa si me impacta otro automóvil.
    El día es tan lindo, pero no consigo calmar mi pulso, todavía me estremezco. El sol va cayendo a través de los cerros, y en su infinidad las nubes se tiñen de sangre, igual que mi madre tirada en la cocina llorando mientras la mano empuñada de mi padre caía sobre ella una y otra y otra vez. Otro, un camión ahora, me saca de mis melancolías. Con un pañuelo me seco las mejillas y sigo el camino, pero entonces recuerdo a Ivette. Tantos crepúsculos como este riéndonos, abrazándonos, queriéndonos. Todo se disipaba junto a ella, era como estar flotando en un mar de despreocupaciones.... Nunca le conté lo que pasaba.
    "¿Por qué no me despedí?"
    "Supongo que todo paso muy rápido"
    -Perdón.

    Me detengo. A veinte kilómetros hay una curva, pero ahí no está el acantilado que siempre veía cuando viajábamos a Iquique, pareciera que el mundo termina tras la barrera de contención de esa serpenteante pista y que empieza otro colorido con mas bastos cielos.
    Aprieto el pedal a fondo para ir lo mas rápido posible, sigo derecho y atravieso el obstáculo que me impedía llegar al nuevo mundo, entonces una briza de tranquilidad termina con la aridez del desierto y un estremecimiento recorre mi cuerpo.
    "Me siento bien, después de mucho tiempo me siento bien"
    Todo se vuelve lento, incluso la infrenable vértigo de la excitación. Los recuerdos atraviesan mi cuerpo.
    Ivette y mis amigos, tantas anécdotas, todas en un solo momento recorriendo mi mejilla en una húmeda lagrima que desemboca en mi ultima sonrisa.
    - Los extrañaré.

    Un auto rodando a cien kilómetros por hora cae y cae por el acantilado sin sosiego ni amparo.
     
    #1
    A joblam le gusta esto.
  2. joblam

    joblam Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    12 de Marzo de 2008
    Mensajes:
    7.812
    Me gusta recibidos:
    3.844
    Género:
    Hombre
    Un trágico final para decisión sin vuelta atrás. Un placer leer tu prosa y dejar mis saludos.
     
    #2
    A en mil respiros le gusta esto.
  3. en mil respiros

    en mil respiros Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    2 de Mayo de 2015
    Mensajes:
    19
    Me gusta recibidos:
    20
    Género:
    Hombre
    gracias por el comentario n.n
     
    #3

Comparte esta página