Las horas toman su espada

En el avión habían dos personas, inútiles, una tenia madre la otra un triste carro viejo. Que es viejo si no admitir que estas cansado. Y que tiene que ver su madre con tantas caras soñadoras.

El que resiste el hecho de volver a esta vida es inmediato…o sea es inmediato que todo esto parecía un espectáculo, los dedos infinitos, el corte de la cara casi infernal; el hecho de que sea infernal no le quita peso, ¿por qué pensar que lo eterno muestra tu nombre?; exagerando diría que eran tres personas, una que olía sus dientes, otra que tenia mas edad y la persona que no era mas que una escasa ceguera. Lo mismo pasa con los que sueñan, van pensando que el todo es una fractura o algo visible delante del cielo, otros, que no habían pensado. Es estructural lo que da miedo, pierde el ritmo y se va haciendo muy pesado.

Un día a la vez vas encontrando el amor en tu vida, es el secreto más grande en proceso desde que dejaste de ser niño, desde que dejaste de ser niña. Es un mismo teatro hablar de idiomas que den control, el único que existe ahora es el español que emplea las letras como anti sonantes y los verbos como compuestos, admitiendo que la única fuente que se invierte contra la mirada es ser trabajador. Imprime seguridad abandonar algo que no sea tuyo conforme al tiempo tal y como es la persona que ama, a no ser que sea amante…a no ser que quiera despertar.

La flama que crea el viento demostrando lo inexplicable, es la impertinencia, que sola mueve las casas, los ecos, los ruidos…las dosis imperfectas. El león es la forma que acarrea años de inplenitud conforme a las horas y a los horarios que desprenden el alba tal y como en la fantasía.