Las razones son verdades.

Si, cortame el aire.
Introduce tus palabras, borra los pensamientos.
Esta promesa me obliga a vivir entre paréntesis,
A pretender que se puede.
Claro que puedo olvidarte, sabes que puedes olvidarme.
Ahora subestimas mi amor por ti, no deberías.
Y si cada luna siguiente te amo menos, antes te habré amado más?
Y si cada adiós cae en la rutina, te habré extrañado más? antes...
Correctas son tus palabras, sin duda, pero hirientes.
Ya no se si mientes por mi bien, por el tuyo, por el de ella o por el nuestro.
No se si mientes o hieres por placer.
Si, elimíname.
Has en tu vida cada cosa que no hiciste por tenerme en ella.
Imagina nunca haberme amado, haberme querido. Imagínalo.
Y las charlas libidinosas de nuestro amor adolescente,
se entierran bajo las otras promesas, bajo las que ahora no valen nada, bajo todas.
En el fondo de la situación, se siente un aire a verdad,
Lejos queda de todo esto, la posibilidad de llegar.
Aquellas primeras palabras, de amistad incondicional...
debí saberlo, la felicidad nubla la mirada y abre el corazón.
Se queda sin ganas este amor, sin intenciones, con razones.
Desertar, es la hora.
Olvidar, es ahora.