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Las sombras inexistentes de Dante

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Blek, 23 de Marzo de 2014. Respuestas: 2 | Visitas: 378

  1. Blek

    Blek Poeta recién llegado

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    9 de Febrero de 2014
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    [FONT=Arial, sans-serif]A principios del año 1926, una noche fría y ruidosa, en una calle despoblada de París, llovía sobre mojado encima un techo que cubría tres artistas, que poco antes, se habían entregado al vacío del sueño.


    [FONT=Arial, sans-serif]El primer bohemio, llamado Darko, pobre alcohólico suizo, desilusionado e incomprendido, dormía en el suelo de la cocina, rodeado de grandes velas luminiscentes que proyectaban sombras alrededor de toda la habitación. Hasta hacía poco antes, llevaba cuatro días sin dormir, con las pupilas bailarinas, trabajando en un gran proyecto bendecido como Las sombras inexistentes de Dante. Si le es concedida honestidad al narrador, ni él mismo sabía bien a qué se refería con ese título; pero seguía esperando, ensimismado en la somnolencia, alguna interpretación que acudiera al sueño por arte de magia y diera sentido al cuadro.


    [FONT=Arial, sans-serif]El segundo artista, llamado Alfred -al cual pertenecía el piso-, era un francés mudo y enigmático ya que poco se podía razonar con él si no era interpretando su mirada. Tenía cama, pero prácticamente sin uso, ya que dormía con el colchón en el suelo y al lado de la puerta; quizás por la atmósfera caótica que invadía la estancia, llena de objetos, cuadros, papeles y figuras singulares amontonadas por el espacio.


    [FONT=Arial, sans-serif]La última inquilina era una mujer llamada Chloe, carismática y libre de dependencias, pero no precisamente cuerda. Había huido de Dinamarca hacía París al oír hablar de las vanguardias que surgían alrededor de Europa, las cuales, se adaptaban a la perfección a su forma de vivir y entender el arte. Ésta dormía en el sofá, rodeada de sueños y botellas vacías, con las orejas adormiladas escuchando en el silencio un relajante vinilo de jazz.


    [FONT=Arial, sans-serif]Los tres personajes se habían conocido en una exposición libre de arte surrealista, organizada por unos artistas relativos al movimiento -más bien dadaístas-, con la idea de juntar diferentes autores, influenciarse entre ellos y expandir la nueva corriente. A pesar de sus adversidades, referidas a sus mundos interiores, los tres bohemios concordaron en lo más fundamental: la concepción que tenían del arte. Eran innovadores y sumamente rompedores, interesados por el mundo de los sueños y cada cual con una historia extravagante que contar. Eran fieles a su propia locura, que desde el primer momento, compenetró con la de los demás; los tres canalizaban del mismo modo: elaborando un arte irracional, dejando rienda suelta al impulso psíquico de lo imaginario y lo onírico.
    [FONT=Arial, sans-serif]Sin embargo, la convivencia entre estos tres artistas fue complicada, efímera y un tanto enloquecida. En resumen, un viaje sin destino a las profundidades del mundo de los sueños, una constante guerra entre la realidad y la ficción; una historia más que debe ser contada.


    [FONT=Arial, sans-serif]Un día más, me despertaron los gritos insoportables de Chloe, los que según ella, eran dulces melodías que acompañaban sus canciones infernales de jazz. Intenté cerrar los ojos y volverme a ensimismar, pero difícil es dormir cuando convives con una loca que no se puede silenciar. Contemplé el desorden que reinaba la habitación, pensando una vez más, inútilmente, en ordenarla de una vez por todas. Pero ya se sabe, uno al levantarse siempre se promete cosas que pocas veces cumple, así que pensé en tomarme un café y seguir siendo un irresponsable.


    [FONT=Arial, sans-serif]-¡Buenos días por la mañana, Alfred!- chilló al percatarse que rondaba por el comedor- ¿me prestas tus periódicos? He tenido una idea alucinante.


    [FONT=Arial, sans-serif]No la contesté, cosa lógica siendo mudo, y me fui a la cocina donde me encontré a Darko despierto, sacando el corcho a una botella de vino. Pasé de él, como si fuera invisible y apagué las dichosas velas que había encendido la noche antes.


    [FONT=Arial, sans-serif]-Maldito idiota...- me dijo, pero poco después seguía preguntándose como abrir su querida botella.


    [FONT=Arial, sans-serif]Mientras me preparaba el café, me pregunté para qué iba a dejarle yo mis periódicos a Chloe. Los tenía apilados en el cuarto muertos de asco, pero sabía que algún día iba a leérmelos todos; además, temía lo que pudiera hacer con ellos esa psicótica. Un año antes, cuando decidimos ir a vivir los tres juntos, juramos no leer ni uno y así permanecer aislados del lavado de cerebro que se vendía en los quioscos por menos de dos francos. Aún así, yo los seguía comprando y guardando, a sabiendas que algún día necesitaría saber qué se había hecho de este mundo. De vuelta a mi habitación, me paré delante de Chloé y la miré con cara de desconcierto, esperando una explicación por los periódicos.


    [FONT=Arial, sans-serif]-No seas así, hombre. No pienso leérmelos- dijo, mientras me cogía la mano con dulzura- voy a escribir poesía, Alfred. ¡Verás que divertido!


    [FONT=Arial, sans-serif]La miré con desaprobación, pero no tenía otra; si no le entregaba los malditos periódicos seguiría taladrándome una eternidad. Así que mi expresión derivo a repugnancia y fui a por ellos, mientras Chloé soltó una de sus carcajadas enloquecidas.


    [FONT=Arial, sans-serif]Al entrar en mi habitación, cerré la puerta y me dejé caer al suelo, para una vez más, preguntarme cuánto tiempo aguantaría viviendo con esos dos maniáticos; no obtuve respuesta, siempre había carecido de coraje para echarlos, supongo que temía quedarme más solo de lo que ya estaba. Así que cogí los odiosos periódicos y se los entregué a Chloe. Me senté a su lado y encendí un cigarro para ver que se llevaba entre manos. Me dio las gracias y me repitió que sería muy divertido. Abrió el periódico y con los ojos cerrados, empezó a hojearlo con rapidez. De repente cesó, y con un fuerte suspiro, arrancó la página en cuestión. Pude leer entre las líneas: [FONT=Arial, sans-serif]España y Francia firman un acuerdo de cooperación militar sobre los intereses de ambos estados en Marruecos[FONT=Arial, sans-serif].


    [FONT=Arial, sans-serif]-¡Ya verás que divertido, Alfred!- gritó Chloe, saltando repetidas veces encima del sofá como una poseída, la cual cosa me dio ganas de recuperar la voz y chillarle las palabras más desagradables que se me pasaran por la mente.


    [FONT=Arial, sans-serif]Parecía muy ilusionada. Se fue corriendo hacía la cocina y regresó con unas tijeras. Sin lugar a duda, el asunto empezó a cobrar misterio. Tengo que decir que, a pesar de mi rechazo esporádico, mis compañeros eran mi mayor fuente de inspiración. ¿Qué personajes existían con una psicología tan compleja o con unos sueños tan incomprensibles? Ninguno. Así que muchas veces reflejaba, entre pinceladas o escritos, el constante conflicto entre la triste realidad y sus mundos oníricos; tal y como yo los percibía.


    [FONT=Arial, sans-serif]-Mira, mira, mira- me dijo Chloe mientras destripaba el periódico en pequeñas partes- recorta las palabras y conjunciones que te seduzcan más y ponlas encima de la mesa.


    [FONT=Arial, sans-serif]La ayude con cierta indiferencia pero intrigado, y cuando por fin se había hecho un pacifico silencio de trabajo, apareció Darko arrastrándose por el suelo. Se paro delante de nosotros y bebió unos tragos de vino, que cayó la mitad encima de su camiseta rota. Los dos lo miramos como miraría un psiquiatra a su paciente y seguimos con la faena, omitiendo que estaba ahí. Escupió vino encima los periódicos para captar nuestra atención y empezó a reírse como un crío por una estupidez; pero nosotros seguimos indiferentes.


    [FONT=Arial, sans-serif]-Pobre loco- dijo Chloe.


    [FONT=Arial, sans-serif]-Querida, estás ante un genio- dijo con aires de superioridad- ya he encontrado la interpretación de mi obra. ¿No osaríais quedaros sin respuesta?


    [FONT=Arial, sans-serif]Llevaba tanto tiempo sin dormir, trabajando en esa estupidez y rodeado de aquellas siniestras velas, que difícil era no interesarse por el discurso. Se levantó y nos ofreció la botella pero nadie cedió a cogerla, así que siguió en su soledad alcohólica, pero se puso serio al hablar.

    [FONT=Arial, sans-serif]-Bien... digamos que no me había dado cuenta de la obra maestra que tenía ante mis ojos hasta que he despertado esta mañana. Siendo sincero, nunca supe bien a qué venían esas jodidas velas, ni porqué usé colores tan oscuros, pero algo en mí me lo pidió así. Supongo que en un principio, sirvieron para atormentarme a mi mismo en un cuarto sombrío, para así seguir pensando en qué se basaba mi cuadro. La cuestión es, vosotros conocéis bien la obra; en apariencia, un simple retrato de la cocina rodeada de sombras. Pero no es sólo un retrato, es mucho más que eso. Es un medio para encerrar en el cuadro las sombras que las diminutas luces de unas velas pueden proyectar, a través de la pintura. Es decir, captarlas, retratarlas en un lienzo y así poder comprender su naturaleza y estudiarlas, de forma que no sean tan efímeras y desaparezcan al apagar la luz- dijo enfático, aunque vio en mis ojos, una vez más, cierta incomprensión- Alfred... solo se puede interpretar el desconocido mundo de los sueños cuando uno está consciente; por la misma regla, solo se pueden interpretar las sombras, cuando están dibujadas. Si supierais un mínimo de psicología, cuando el subconsciente nos susurra sus apetencias o miedos, no se le oye; para eso sirve ese jodido psicoanálisis, para darle voz propia, pasar su almacén de pensamientos al consciente y rebuscar malditos traumas en él. Llevan años rompiéndose la cabeza con esto, tíos. En la vida real, sin embargo, nos influye cada instante sin que seamos conscientes de ello. Un caso más claro, por ejemplo, Chloé, cuando ejerces la escritura automática, empiezas escribiendo consciente hasta que, sin darte cuenta, consigues destapar su mundo y te dejas llevar. Pero bueno... no os estoy dando una jodida clase de psicología. Solo que... en resumen, si aplico estos conocimientos a mi cuadro, puedo interpretar las sombras que la luz proyecta; puedo ir y conocer mucho más allá. Mirad, un sueño pasa desapercibido ante la realidad, ya que esta, es más nítida y clara. A la vez, el subconsciente pasa desapercibido ante el consciente, porque éste se puede escuchar más claramente. Al igual que una sombra siempre pasa desapercibida ante el objeto que la proyecta, ya que éste siempre se presenta más nítido y encima, es material. Entonces, ¿no veis cierto paralelismo entre sombra y objeto material, al igual que entre realidad y sueño o consciente y subconsciente? Pues yo sí. ¿No puede significar eso que hay sueños imperceptibles e inmateriales en la propia realidad? Estoy hablando enserio; creo que nunca había hablado tan enserio... He querido captar las sombras para entender qué clase de sueños tiene la propia vida y el mundo material, saber qué es lo que nos esconde. Si todo muestra dos caras como hemos visto, una de obvia y otra muy poco perceptible, no puede ser que la vida carezca de una de ellas.


    [FONT=Arial, sans-serif]Chloé seguía recortando palabras del periódico, aparentando no haber prestado atención. Para disimular mi confusión, le quité la botella de las manos, suplicando con los ojos que prosiguiera su discurso, ya que realmente, a pesar de su fracaso personal, Darko era un verdadero genio. Vi en su mirada que poco más tenia que decir más que esperar una respuesta, así que me sumí en una profunda reflexión. Se hacía difícil distinguir entre delirios y sabiduría en el éxtasis de sus palabras, ya que de una forma u otra, Darko podía ser muy convincente. Temía romperme la cabeza demasiado y no sacar conclusiones; además, estos brotes esporádicos de lucidez eran muy frecuentes en Darko. Así que decidí apartarme por completo de su mundo onírico y evitar volver a caer en la profundidad de un sinsentido, como me solía pasar la mayoría de veces que Darko daba rienda suelta a su lengua sutil. Seguí el ejemplo de Chloe y seguí ayudándola a recortar los periódicos; cosa que como veréis, fue imprudente por mi parte. Darko, sin decir palabra, volvió a encerrarse en la cocina, como si no hubiera pasado nada, como si aquellas palabras no las hubiera dicho jamás.


    [FONT=Arial, sans-serif]-Creo que ya está- dijo Chloe sonriente- ahora, mezcla los papeles encima de la mesa y luego, coge uno de ellos sin mirar. ¡Ya verás que divertido!


    [FONT=Arial, sans-serif]Así que hice como me ordenó; mezclé los papeles y cerré los ojos. Noté como Chloe me cogía suavemente la mano y la acercaba hacía la mesa; cogí el primer papel que me encontré y al abrir de nuevo los ojos, en él se podía leer la palabra: muertos. Chloe puso cara de sorprendida con cierta ironía, y haciendo lo mismo, cogió un papel en el que podía leerse la palabra: observando, la cual, recordé haberla recortado yo.


    [FONT=Arial, sans-serif]Pasamos los próximos minutos repitiendo lo mismo hasta que la mesa se quedó sin papelitos. Chloe juntó todas las palabras en el orden que habían salido y construyó un poema de ocho versos al azar. Leímos el resultado y ella empezó a reírse a carcajadas, como solía hacer, cual poseída por el demonio. Dentro de mi, a decir verdad, también noté una pequeña dosis de alegría. El poema decía:


    [FONT=Arial, sans-serif]Concienzudos de observando,
    [FONT=Arial, sans-serif]Si mares muertos morirán,
    [FONT=Arial, sans-serif]Tierra de 1926 tragedia,
    [FONT=Arial, sans-serif]Zona vida y pactó caos,
    [FONT=Arial, sans-serif]Armamento por huyen,
    [FONT=Arial, sans-serif]Estados homenaje objetivo,
    [FONT=Arial, sans-serif]Cooperación invaden,
    [FONT=Arial, sans-serif]Pobladas por ligero escuchar.


    [FONT=Arial, sans-serif]Sonreí, al fin y al cabo, este sinsentido, era más comprensible que las palabras de Darko; las cuales empezaban a conmoverme profundamente. No dije nada; tampoco podía, pero en lo recóndito de mi inconsciencia, seguía intrigado por la extraña interpretación que aquel borracho le había dado a su obra. Dejé a Chloe a solas con sus fantasías y, aparentando indiferencia, me acerqué a la cocina en busca de mi amigo para ver si se ofrecía a hablar y aclararme mis ideas.


    [FONT=Arial, sans-serif]Al abrir la puerta, ahí estaba, sentado en el suelo, con los ojos en blanco y la botella de vino vacía. Miraba fijamente su cuadro, hipnotizado, como esperando que le hablara para entablar conversación. Cuando se percato de que yo rondaba por ahí, me miro asustado cual un niño miraría a un monstruo, y poco a poco, fue reculando para atrás. Intenté dibujar en mi cara una expresión tranquilizadora, mientras me ponía de rodillas para que no se sintiera atacado. Con el tiempo, me había acostumbrado a vivir con tales comportamientos, inverosímiles y extraños. Había aprendido a aceptarlos, sin necesidad de entenderlos; simplemente convivir con la locura. Noté como Darko se fue calmando, liberó la tensión de su cuerpo y, con un fuerte suspiro, volvió a poner la careta que usualmente tenía pegada al rostro y a recobrar el color. Realmente, es conmovedor ver la transición que puede hacer uno de la genialidad a la locura en cuestión de segundos.


    [FONT=Arial, sans-serif]-Me has asustado, tío. Pensaba que eras alguna especie de reloj- dijo.


    [FONT=Arial, sans-serif]Señalé el cuadro, ignorando lo que había dicho.


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Qué sucede?- preguntó.


    [FONT=Arial, sans-serif]El maldito idiota parecía que a veces olvidara que soy mudo, me hablaba como si pudiera responderlo. Volví a señalar el cuadro, con cara de enfado.


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Quieres comprenderme?


    [FONT=Arial, sans-serif]Asentí con la cabeza.


    [FONT=Arial, sans-serif]-¿Osarías entrar en una puerta sin salida?- dijo, llenando el asunto de misterio.


    [FONT=Arial, sans-serif]Volví a asentir, plenamente intrigado. Vi que rápidamente cambiaba de expresión.


    [FONT=Arial, sans-serif]-Verás, Alfred... No sé por donde empezar, porque es un tema tan delicado... muy delicado tío. Verás... ante tus ojos, tienes un fragmento de una realidad perdida que, hasta el momento, ha sido desconocida. Y tengo la certeza de que... si mi descubrimiento sale por la puerta de este piso, el mundo va a cambiar radicalmente. Tengo miedo, mucho miedo de lo que pueda pasar... y... y tu también deberías tener miedo. He pensado en deshacerme del cuadro... quizás siquiera yo comprenda todo esto mañana al levantarme. Así que quizás... quizás me deshago de él. No para de corroerme la idea de que por un instante, los pensamientos se me puedan escapar y luego, pasar la eternidad intentando recordarlos. No quiero que se me escapen, tío, tengo que encerrarlos en algún sitio. Esto es... esto es tan complejo, tan brillante, pero a la vez, tan inquietante, tío. Tengo que apuntarlo en un papel... tengo que apuntarlo todo, sin dejarme nada. No le busques sentido a mis palabras, esto va más allá... sólo que... Alfred, es muy complicado... tienes que entenderlo, tienes que dejarme pensar, vuelve en otro momento por favor, deja que me aclare, vuelve en otro momento por favor...


    [FONT=Arial, sans-serif]Me quedé atónito. No comprendí que quería decirme, pero su estado había claramente empeorado; hablaba demasiado rápido como para entenderlo. Probablemente había enloquecido a causa del exceso de alcohol, su imaginación tormentosa le debía estar pasando factura. Aún así, no significaba eso que su discurso careciera de sentido, pero yo estaba demasiado dormido para entenderlo y él demasiado extasiado para explicármelo, así que decidí marcharme y volver más tarde para ver si se había calmado.


    [FONT=Arial, sans-serif]Pasé la tarde aburrido, sin ganas de pintar ni escribir; se me bajaron los ánimos al pensar que ya últimamente no escribía, si no era solo para intentarlo. Me encerré en mi cuarto sombrío con un paquete de cigarros a la espera de que acudiera a mi la inspiración.


    [FONT=Arial, sans-serif]Durante casi todo el día, reinó el silencio por la casa; sólo se escuchó en un par de ocasiones el horrible jazz de Chloe y sus lúgubres melodías. El enigma de Darko aún ocupaba lugar en mi pensamiento; consciente de que su comportamiento se debía a un trastorno mental, pero curioso por la pasión que pude leer en sus ojos, el convencimiento de que había desenmascarado una realidad desconocida. Se me repetían como un eco sus palabras: “...el mundo va a cambiar radicalmente”. ¿Y si aquel descubrimiento era verdad? Me preguntaba, pero fácilmente conseguía desengañarme. ¿Qué podía esperar de aquel pobre loco? Al fin y al cabo, todos los genios tienden a la locura, pero yo creo que más bien, su locura le hacía parecer un genio y no al revés. Decidí esperar a mañana para dejar que Darko descansará y así antes poder hablar con Chloe, ya que a pesar de mostrar indiferencia, estaba convencido de que había escuchado con atención las dos conversaciones. Me sentí estúpido al no haber acudido a ella antes, ya que cuando aún vivía en Dinamarca, Chloe estudió psicología durante tres años. No fue extraño que dejara la carrera a medias, ya que de poco servía analizar y conocer su propia mente lunática. Aún así, era una mujer lista, interesada por la mente y sus encantos; era muy probable que entendiera mejor que yo, pobre ignorante, acerca del subconsciente y los sueños, que tanto habían alocado a mi amigo. Lo que no entendía es porqué aún no había dicho nada al respeto. Me tumbé en el colchón con los ojos cerrados pensando en ello, y trepando por las ramas del pensamiento, poco a poco, fui entrando en un ligero sueño...
    [FONT=Arial, sans-serif]En medio de la noche, me despertó bruscamente un fuerte chillido de Chloe. Parecía que alguien la estuviera asesinando y gritara por su vida. Me levanté asustado y escuché el silencio que se hizo después, pero rápidamente oí unos pasos corriendo hacía mi habitación. Chloe entró jadeante, cerró la puerta y se sentó a mi lado, como si estuviera huyendo de algún monstruo. Nunca la había visto tan seria, inquieta y nerviosa, como si acabará de ver a Dios y este le hubiera dictado su condena.


    [FONT=Arial, sans-serif]-Darko... Darko... ha perdido la cabeza, Alfred. Está comportándose como... como un lunático, eso es lo que es... un jodido demente- dijo muy nerviosa, atrabancándose con sus propias palabras.


    [FONT=Arial, sans-serif]Abrí los ojos con mucho énfasis, gesticulando la duda y señalando donde se posa la mente, esperando que entendiera mi pregunta y me diera explicaciones. Chloe seguía temblorosa, colapsada, parecía haberse quedado sin habla.


    [FONT=Arial, sans-serif]-Se ha perdido, Alfred... Se ha perdido para siempre. Cuando veas lo que ha hecho... cuando lo veas, me entenderás. No podemos seguir con él... hay que echarlo de este piso o nos perderá a nosotros también. Ya no es el mismo Alfred... ya no es el Darko que conocimos. Lo he visto y... ha perdido la cabeza, la ha perdido por completo.


    [FONT=Arial, sans-serif]La cogí de la mano para que se calmara y otra vez, le pregunté porqué con mi expresión. Nunca obtuve respuesta; se levantó rápidamente y me pidió que la siguiera, llevándome hasta la cocina. De camino, noté lo rápido que me latía el corazón, sabiendo que alguna locura había pasado.


    [FONT=Arial, sans-serif]Imposible fue procesar lo que vi cuando llegué. Mi alma jamás había osado penetrar una atmósfera tan caótica y degradada. La cocina estaba repleta de velas; la blancura de las paredes invadida por un pincel enloquecido a manos de un artista enloquecido; palabras, flechas, números, fórmulas, dibujos, figuras... pintadas sin sentido alguno, cubrían cada porción de la estancia, llenándola de incoherencia y obsesión. Mi cocina radiante había sido transformada en una sala tenebrosa; ya nada podía hacer ante tal desorden, sentí como la cordura de mi amigo se me escapaba de las manos literalmente. Darko susurraba en voz baja, como si estuviera repasando cuentas y números mentalmente, mientras sembraba confusión en color negro y un pincel, sin percatarse de que le estábamos mirando. Chloe se sentó en el suelo hipnotizada, observando el espectáculo. Yo no supe reaccionar, mi cuerpo quedó inmóvil y mi mente persuadida por el sinsentido de aquellos jeroglíficos; parecía todo un sueño.


    [FONT=Arial, sans-serif]No tardó mucho en llegar la parte más conmovedora de la función. Darko seguía recitando para sus adentros una secuencia de números, o versos, o que sé yo, cuando de repente cesó, y se hizo un gran silencio. Giró la cabeza muy lentamente hacía nosotros, como un niño que acaba de ser descubierto husmeando en una propiedad privada, y al ser un pequeño inexperto en un mundo tan inmenso, se aterroriza al pensar en las consecuencias que aún desconoce. Así nos miro Darko; como un niño viviendo en una pesadilla, aterrorizado, con una mezcla de agonía y miedo en su expresión. Rápidamente, antes de que cualquiera de nosotros pudiéramos reaccionar o decirle algo, agarró una botella de whisky como si quisiera defenderse, pero la estampo en su obra maestra, rompiendo la botella en mil pedazos. Seguidamente, furioso, dio una patada a una vela que cayó encima, y el cuadro empezó a arder y a arder y a arder; hasta que el fuego alcanzó las cortinas, y las cortinas alcanzaron la mesa, y de la mesa ardiente, empezó a flamear la cocina entera; que parecía el propio infierno, y Darko el mismo diablo.


    [FONT=Arial, sans-serif]-¡Se ha acabado el juego!- gritó- ¡Empieza la regeneración!


    [FONT=Arial, sans-serif]Y el poderoso subconsciente, creó una laguna en mi memoria de casi todo lo que pasó a continuación. Por lo que sé, Darko salió como una chispa incinerada y se lanzó al vacío gritando que había llegado la hora de despertar. Las inscripciones que pinto en las paredes, se ennegrecieron para desaparecer para siempre. No llegué a entender nunca porqué lo hizo, ni tampoco a resolver el enigma que lo impulsó a, como decía, despertar. Chloé se marchó sin decir adiós, con mis periódicos y sus vinilos, y no la volví a ver jamás. Todos los proyectos en los cuales llevaba años trabajando; escritos, cuadros, esculturas... todo quedó reducido a cenizas, incluso mi propio piso. Me quedé deshabitado, vagabundo, solitario, sin arte, sin dinero, sin compañeros; pero lo peor de todo, fuera de yo mismo.


    [FONT=Arial, sans-serif]Pasé los próximos años en un hospital psiquiátrico, encerrado en una habitación a oscuras delirando; con histeria al fuego y todo lo que emitiera demasiada luz. Todos mis sueños, se convirtieron en pesadillas y Darko siempre fue el principal protagonista. Seguí pintando, seguí escribiendo, pero nunca volví a ser el mismo.


    [FONT=Arial, sans-serif]El 2 de febrero de 1938 me dieron el alta, y un año después, estalló la segunda guerra mundial. Con el poco dinero que conseguí en ese margen de tiempo, vendiendo cuadros a mis escasos conocidos, me exilié a Estados Unidos a empezar una nueva vida. Pero yo, Alfred, me quedé en París, gritando en aquel piso, quemado entre mis cuadros, entre recuerdos, entre mis sueños; fundido entre cenizas.


    [h=1][/h]
     
    #1
    A Ro.Bass y (miembro eliminado) les gusta esto.
  2. Ro.Bass

    Ro.Bass Guau-Guau

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    Touché!!

    Mis reverencias...

    No puedo aplaudir, me has dejado de boca abierta...

    Esto tampoco merece estar en este foro, es demasiado jaja

    Me voy caminando hacia atrás con más reverencias.


     
    #2
  3. Blek

    Blek Poeta recién llegado

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    Muchas gracias por el comentario y tu corrección! Ahora mismo lo reviso.
     
    #3

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