Las sorpresas volvían a mí...

Un día me levante con el cerebro vacío, de sueños, de ilusiones o de expectativas humanas.

En mi camino las aves no tenían alas sino escamas y branquias.

Los trenes eran desconocidos, tenían ocho sótanos y nueve neveras, los humanos que entraban a él morían porque era un tren con camino a la muerte. Y me pareció una cosa loca, siempre me parecía que normalmente los trenes iban dirigidos a algún destino, amor, familia, pero nunca que se abordará para buscar sufrimiento o algo tan catastrófico como un vórtice de tormentos amargos ¡que curioso!

Pero claro, yo lo presuponia solo por costumbre pero he aquí ¡la realidad nos sorprende a cada uno con algo!..

Había más cosas aquel día:
Había llovido ranas, Estados Unidos se había vuelto el país más pobre y África había conquistado la hegemonía de la tierra, había aparecido una enfermedad nueva donde cuando estornudabas hacías combustión y explotabas de fuego repentinamente.

Algunos animales se habían revelado hacia su pacto secreto de no hablar pero se descubrió que al hacerlo adquirian una enfermedad mortal contagiosa con aquel que lo habían oído, era cáncer. Si me preguntas el origen de esto, quiza seres más allá lo decidieron así.

Por otro lado la policía había abandonado su sentido de trabajo, habían pasado a ser patineros y los patineros para destraerse de su rutina de vagar decidieron postularse todos para presidentes.

Las ancianas eran golpeadas por ser muy tiernas, y los delincuentes eran alabados, glorificados y le arrojaban flores por ser tan nocivos para el bien común ¡¿qué barbaridad!? ¡¿No?!

Ese día, los padres había decidido irse a tomar helado con todos sus viejos compañeros olvidados de las diferentes instituciones laborales y educativas por la que pasaron. Fue un rencuentro genial pero algunos reconstruyeron riñas y otros hasta se casaron y golpearon.
Por otro lado, algunos de sus hijos decidieron darle un descanso a sus abuelos, otros se fueron a leer filosofía demasiado incomprensible o fuerte para sus mentes aún no desarrollada.

Lo más inesperado fue que al finalizar ese día, todas las hipótesis de las religiones se hicieron realidad, todas a la vez, los dioses se peleaban entre ellos.

Todas las personas tenían la opción de cumplir sus sueños en una realidad momentánea qué duraba siglos y solo con desearlo. Pero también podían desear otras cosas que estaban en una lista larga la cual era ordenada por una entidad suprema que no podía comprenderse desde nuestra posición terrestre.

Hubieron mutaciones, el genoma fue liberado por todos los autoritarios desconocidos, nacieron nuevas especies. El resultado de todo ello fue una suma de emociones nuevas. Una suma de reacciones nuevas. Una suma de comportamientos nuevos.

Todos se sentían muy extrañado. Pero esa emoción no bastaba para describirlo.

Sin embargo, el crecimiento personal que recibimos todos en aquel "día de sorpresas" fue inconmensurable. Apareció una niebla que recogió todo lo inesperado y afirmó ¡esto ha terminando! Ya sois libres...

Sin embargo, todos ustedes ¡vivirán lo inesperado como una constante en su vida! Sin que eso supusiese que abarcara las demás entidades, como lo esperado, o lo semicontrolado o lo adaptable.

Vivan pues en su inesperado, pero con amabilidad e inteligencia.