Las últimas palabras de un soldado

Escribiré estas líneas por si alguien las descubre, por si alguien encuentra algo en ésta tierra muerta, como naúfrago las mantendré cubiertas ya que el lodo y la lluvia pudieran destrozarlas. Serán las últimas letras que escriban mis manos, dejaré grabados mis vagos pensamientos escritos practicamente sin aliento pero con la fuerza enorme de poder plasmarlas.

Creo que no he sido mal soldado, no hubo una misión que no cumpliera, no quedó en mi arma una sola bala, no paró mi cuerpo el frío terrible, no hubo una montaña que no escalara, los ríos fueron pequeños para mis pies descalzos y el sol del verano no pudo doblegarme.

Miré de frente mi enemigo y en muchas ocasiones me pregunté por qué luchaba, he visto caer en frente mío al amigo el enemigo y tambien aquel que no se involucraba.

En cada bala que salía de mi fusil un grito de rencor me atormentaba, la ira de aquella guerra fría me convirtió en una simple máquina, y pisando aquellos cuerpos fríos me percaté que ya no tenía lágrimas.

Escribo estas líneas bajo el fuego de la metralla, a mis lados solo gritos, y motores de tanques que no paran, en el cielo me ensordecen los aviones y la antiaérea que nunca se calla.

Pienso en mamá, papá, mis hermanos y mi pequeño hijo el no me oconoce pues tiene solo un año, no tengo tiempo de pensar en amores porque la guerra me envolvió en su negro manto y solo se piensa en matar seres como si eso tuviera algo de encanto.

Ya debo de moverme, escucho la voz del comandante, adelante soldados adelante…