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Le pido a Dios se acuerde de nosotros ( Relato)

Tema en 'Prosa: Melancólicos' comenzado por Carlos Gabriel Plenazio, 22 de Julio de 2017. Respuestas: 0 | Visitas: 299

  1. Carlos Gabriel Plenazio

    Carlos Gabriel Plenazio Gabriel varón gay enfermero

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    Hoy mi madre se levanto temprano para lavar en el piletón del patio, pobre mi vieja, esta demasiado frío y ella se esfuerza por remojar la ropa, tiene entumecidas las manos y hunde hasta los codos en el agua. Mi papá hace una hora que salió a buscar como ganarse unos pesos, dos meses que esta sin trabajo y debemos el alquiler de la pieza por un mes.

    ¿Que pensara mi vieja? , yo debería estar en la cama todavía, pero la espió por las rendijas de la puerta, sola, tratando que el pedazo de jabón alcance y aunque puedo verla de espalda, me imagino la angustia que se refleja en sus ojos, no debe ser porque el agua esta muy fría.

    Mis dos hermanos aun duermen, como soy el más grande, apenas me salí de la cama se acomodaron mejor, ellos están calentitos y espero que soñando con seguir jugando en el patio.

    No se que hacer, ayudarla a mamá barriendo la pieza o acomodando el ropero, no alcanza para nada, ni siquiera para que no este tan triste, me gustaría ser mas grande, si tuviera diez u once años saldría a trabajar, pero solo tengo siete y estoy flaco no tengo la fuerza necesaria para hacerle la segunda al papi.

    El también la debe estar pasando mal, no quiero ni imaginar que debe sentir cuando pasa la puerta del conventillo y en la vereda aprieta los dientes pensando a donde voy ahora.

    Espero que Dios lo acompañe hoy, que se acuerde de que mi papá tiene treinta y cinco años y que trabaja bien, que es fuerte y que a pesar del frio, es el primero que esta en el puerto buscando una changa de estibador, buscando el mango para comer, buscando que el lo ayude.

    Pobre el papi se que el también se ha puesto a llorar cuando se encierra en el baño, el no ha querido que nosotros lo sepamos, pero es inevitable no verle los ojos rojos cuando vuelve a la pieza y aunque el se esfuerce por sonreír, yo se que ya no tiene ni un peso en el bolsillo del saco.

    Yo también disimulo y juego con el, me rio con el, para no quitarle la grandeza, es mi papá, el más grande de todos en el conventillo.

    Mi mamá sigue lavando y tendiendo ropa en el patio y el sol parece que aunque tímido comienza a calentar las baldosas, yo sigo sin hacer ruido para que no se despierten mis hermanos y le pido a Dios se acuerde de nosotros.
     
    #1
    Última modificación: 22 de Julio de 2017

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