Lecciones de mi alma muerta

¿Quién soy yo? Va que preguntan tonta, y al mismo tiempo tan difícil de contestar, veo fotos de mi pasado y me encuentro con un Yo que no conozco, veo tantas imágenes diferentes que me cuesta trabajo descifrar quien soy yo.

No logro encontrar mi verdadera identidad, solo veo falsas imágenes, encerradas en ridículas mascaras para pertenecer a esta sociedad, y después de 10 años me sigo preguntando ¿quién soy?

Me pregunto quién es el niño que sale en aquella foto del kínder local , a lado de sus dos mejores amigos en ese momento , aquel niño que no ingenuidad creía que ponerse una estampa de un oso panda lo haría resaltar por delante de la imagen de los demás ; el pequeño ingenuo niño , que ponía azotadores en la espalda de sus compañeritas y que incitaba a la clase entera al vandalismo , si suena tonto , pero en ese momento bañarse en brillantina para brillar más ,era el pero delito , sobre todo si tus compañeritos te seguían el juego. Creo que en ese momento mi mejor escudo era la risa y las maldades, esa dulce mascara que cubría las lágrimas que se derramaban por el día que se destruía mi familia. Que bellos recuerdo, de falsos momentos, de inexistente felicidad. ¡Bravo! Esa fue mi primera lección de vida: SONRÍE PARA QUE LOS DEMÁS NO TE VEAN LLORAR.

Al seguir repasando ese álbum de mi yo interior, llega a mi mente mis seis años de primaria, pasar a ser el niño tonto, que su tía tenía que anotar sus tares y ayudarle a realizarlas para que no lo reprobaran, a ser el alumno más destacando, como olvidar mis rencillas con Villanueva, mis peleas tontas, o mi alucínate enamoramiento pasajero por Alejandra. También díganme como olvidar las golpizas que mi madre le propinaba a mi hermana, como borro las miles de cicatrices que quedaron en mi mente, pero más en mi corazón. Quisiera olvidar ese abandono, quisiera olvidar esa vida, y aun así me pregunto, ¿Cómo fue que el odio me invadió? , sigo sin poder recordarlos, lo único de lo que si estoy seguro, es que en ese momento no pude más con las mascara y se me callo, y recordé como se veían mis ojos cuando caían las lágrimas, peor aún recordé como se sentía que tu propia familia te destrozara el corazón. Me olvide de pertenecer, solo quería vivir en mi soledad, a través de la mejor mascara que en ese momento pude adoptar. La arrogancia. De ahí salió mi segunda lección de vida; SUFRIR ES PARA LOS TONTOS, OLVÍDATE DE SENTIMENTALISMO, HIERE ANTES DE QUE TE HIERAN.

Y sigo caminando sobre brazas y recuerdos, camino sobre rosas , pero también por espina , y me encontré con la secundaria , y con la mejor joya que pude encontrar , mi mejor amiga , mie hermana , mi confidente , mi severo juez y me verdugo; sobrevivía con el odio de una hermana de sangre y con la falsedad de una amistad, corrí por mi vida y así creció el adolescente rebelde , el odioso y sabelotodo , pero también nació el miedoso , el vulnerable , el estúpido. Nació el cuentacuentos , el que usaba como escudo a una joya verdadera , quien le recordaba lo difícil que era la vida, ella era mi mejor y única amiga y como lo dije antes , mi único mejor verdugo, claro después de mí , sigo cortándome la piel de los brazos y las piernas para no olvidar que merezco sufrir por los demás. Nadie piensa en ti como persona, esconde el hacha en tu espalda y regala flores, para cuando te toque ser el verdugo, cortes la cabeza de tu amigo y sombres flores en su tumba aun cuando no creas en su arrepentimiento; mi mejor lección para la vida: USA LA MÁSCARA LA VIDA Y LA TÚNICA DE LA MUERTE, ES EL MEJOR DISFRAZ, PARA OCULTAR TU VULNERABILIDAD.

Y después de estos recuerdo, llegue a la prepa, aun sin saber quién era yo, solo veía la imagen del estúpido adolescente que se enamorad al tercer día de la niña que jamás le haría caso, encontré amigos de papel y plástico, solo hasta hoy conservo a una verdadera amiga, quien sigue conmigo a pesar de la distancia y el tiempo. Me convierta en un gran estudiantes y jale masas, pero nada llenaba mi soledad. Conocí el amor que más me dolió en la vida, descubrí quien era en ese momento y aun así fingí para pertenecer a su grupo, pero me canse de la máscara y continúe con mi yo arrogante y mi miedo a la vulnerabilidad, me enamore, sufrí, odie, recordé y viví una etapa diferente, sol o puedo decir que de ahí aprendí: SER YO MISMO, AUN SI ESO SIGNIFICARA NO PERTENECER A LA NADA.

Después de 10 años sigo sin saber quién soy yo, solo sé que sigue a mi lado la soledad y con ella el sufrimiento de un corazón maltratado y un alma rota, y creo que mi mejor lección de vida es: CREAR SONRISAS CON LAS SANGRE DE MIS VENAS, CORTAR LAS ALAS A LA ILUSIÓN Y LO QUE MEJOR ME SALE, FINGIR FELICIDAD, AUNQUE LA MELANCOLÍA ME SIGA MATANDO. . .


Y aún sigo analizado ¿QUIEN SOY YO? . . .

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