Lejos de aquí

Recuerdo una vez que todo a mi alrededor parecía estar impregnado de magia (¡enserio!), sucedió de forma repentina, tan natural y espontáneamente; donde los latidos de mi corazón los escuchaba hablar dentro de mí, estaba de pronto frente a frente con esa persona, sus ojos grandes brillaban en su rostro intacto en conjunto con una expresión de ternura y suavidad; estoy segura que mi cara estaba igual que la de él en ese momento, es decir, en ese instante solo existía un único sentir, el cual compartíamos mutuamente y estaba siendo correspondido por el otro, estábamos unidos por el mismo pensamiento y entrelazados en el alma con nuestras profundas miradas; todo eso pasando en tan solo unos escasos segundos pero que me pareció más tiempo. Porqué nuestro entorno se congelo, se sintió así, con lo demás sumergido en un silencio desconocido, estábamos ahí pero a la vez no, yacíamos lejos, muy distantes en otro lugar más misterioso. Y de pronto….como por un impulso inevitable, sin pensarlo, sin predecirlo ni él ni yo, tendí mi mano hacia él como si esta estuviera atraída por alguna clase de magnetismo y él…a la par cedió a mi gesto dulce e inocente recibiendo mi mano con la suya, estrechándola con rapidez pero con acogimiento (pero ¿Cuál era el apuro?), acto seguido sin saber porqué le di un beso en la mejilla como rendida por tanto misterio y él, sorpresivo como yo, igual con un impulso respondió a mi segundo afecto, inclinando su rostro en forma de entrega para recibir mis labios que le obsequiaron aquel beso y después regresar progresivamente a ese intercambio de miradas que nos atravesaban sin moderación. Jamás me había pasado algo así y algo que se me ha pasado contar un poco antes, es que durante ese «exilio» de la realidad (pues insisto en que ha sido como un sueño) en un pequeño intermedio, fracciones de segundo más bien, naturalmente él pregunto mi nombre movido por una cálida ansia por saber y yo por responder, de verdad que durante ese maravilloso momento, en todo el planeta él solo llego a existir para mí.

 

Esos encuentros con la persona que nos atrae, por la cual sentimos algo especial, se convierten en algo mágico, como un maravilloso sueño del cual no desearíamos despertar.
Bello relato lleno de ternura.
Un saludo poético para ti.