Lerna. El legado del minotauro.

Lerna. El legado del minotauro, de Javier Pellicer Moscardó

Me rindo sin tregua a la hermosura de las letras de Lerna.
La novela no es solo un conjunto de letras que nos llevan al entretenimiento y al viaje de la mente y el alma. Ella me ha parecido pura poesía, como la que mana de la madre tierra.
Cuando la leas, te podrás sentir así, parte de la tierra que pisas.
Es difícil escribir una reseña de esta historia sin revelar la historia misma, y yo , como siempre, con todo el respeto que los autores y lectores me merecen no daré ni una pista, para que cada uno observe, sienta, saboree la historia en todo su esplendor intimo.
Tomo frases de la historia, tomo versos e ideas porque entonces no sabría hacerla hermosa.
Cuando empieces a leerla y te des cuenta que en parte va de mitología y te parezca tan alejada del tiempo y de nuestra cultura, no des marcha atrás. No pienses que la historia solo esta escrita de barbaries por un pueblo lejano como el tiempo. No son monstruos, ni va de dioses terribles sedientos de sangre, no, no es así ¡Jamás lo creas!
Son tan humanos y emocionales como nosotros hoy.
Ellos, los habitantes de una tierra que ya duerme están hechos de la misma tela con que la misma tierra nos ha confeccionado, solo que no todos somos cosidos con el mismo hilo. Ni en el mismo tiempo. Llegaremos a comprender algunas actitudes. Nada nuevo bajo el sol.
Al principio de la historia, viví dentro de los pasillos de aquel palacio que parecía encantado, como si la paz hubiera nacido bajo sus techos, parecido a aquel hombre que Sócrates un día narró, del que dijo que no era así el hombre, mas si como debería ser.
La paz de Cnosos me inundó, me embriagó y me enamoró.
Pero la tierra, no siempre es lo que debería ser. O mejor dicho los humanos no siempre nos comportamos como tal.
Un pueblo que bailaba con los toros, que saltaba por encima de ellos con orgullo, cae por ese mismo orgullo malsano…
Y todas las torres se derrumban.
Cuando llegues a la mitad del libro, toma la decisión de hacerte uno con él, escucha, ve, sueña.
Yo lo hice, me mezclé con ellos y me di cuenta que la comprensión reside mucho mas allá del verbo. Es el lenguaje emocional, esto nos enseña algunos personajes de esta tierra durmiente.
He pensado leyendo este libro, y he aprendido en el porqué a veces lloramos recordando tragedias que al fin han pasado hace años, y que nada o poco tienen que ver con nuestra generación, ellos, los personajes me han enseñado que los humanos tenemos una memoria, que causa ese lenguaje sin verso que es el sentimiento y la emoción.
Algunas frases que he guardado en mi corazón en cuanto a Lerna.
Será siempre ella, un recuerdo en el desván de mi memoria, y un recordatorio de que el humano sigue siendo el mismo.
Que la existencia verdaderamente se mide en tres partes, que tenemos alma, cuerpo y espíritu.
Que siempre estaremos ligados a los que nos precedieron.
Que siempre habrá un autor, que como Tuan nos dará voz cuando ya no estemos.
“Canta lira, toca y di con tus notas lo que aquí ha pasado.
Canta y cuenta de esos amores triples , mas singulares, que vida portan.
Canta lira, no escondas el odioso destino de minos, ni la soledad que al narrador abruma.
Canta lira, y baila sobre la tierra durmiente que a Tuan llamó hijo.
Canta y cuenta como despierta con diferentes nombres la vida, del único que permaneció sin castigo”
El autor dice en sus notas que, su deseo es transmitir la pasión que la mitología causo en él...Y yo, después de terminar Lerna y con estas torpes palabras, le digo, si, Javier, en mi la has transmitido.
Palabras no tengo para recomendarla. es maravillosa.
SHA.