Libro de verÓnica

Para Alejandra Verónica Hernández Pavón


[FONT=&quot]a) [FONT=&quot]Prólogo de la lluvia
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Llueve sobre mi esperanza y cómo quisiera correr hasta tus ojos. Hija, no habías nacido pero florecías en mi espera. Hoy recuento los pasos que me faltan para sostener tus manos, para llevarte bajo el techo de mi abrazo.
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b) Llegaste
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En febrero te recibió mi alegría y no soporté tu mirada. Me diste un mejor día, una oportunidad en la antesala de tu nacimiento cuando te palpaba en aquel vientre. Cuando llegaste con tus pasos tímidos. Mis lágrimas no cesaban de celebrarte. Mis ojos eran torrentes antiguos, mis pupilas, cauces de histórica humedad.
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c) Mi alegría

Decirte ¡Amiga! Hija, será mi deporte; mirarte, mi conquista; oírte será mi victoria. Darte mi beso, mi corona, será más que mi alegría, mi sueño y mi fortuna.

[FONT=&quot]d) [FONT=&quot]Nuestra luna

[FONT=&quot]Mamá te esperaba desde la gruta de sus ojos, desde su alegría y tristeza. Te aguardaba con su fiebre, imaginándote. Hoy podemos mirarte y eres la luz compartida, en el inventario de nuestro caudal. Eres horizonte, tacto y memoria. Calor que funde nuestro firmamento bajo tu mirada.

[FONT=&quot]e) Tu mirada

[FONT=&quot]Tu mirada repone los ojos de mi madre, tus labios, las voces de mis hermanas. Tu mirada acorta mi horizonte y mis días. A tu mirada canto desde mi ayer y golpeas mis lágrimas desde el primer encuentro, cuando a tu piel nueva, mis lunas besaban.

[FONT=&quot]f) Tus huellas

[FONT=&quot]Tus huellas infantes, me escriben que la muerte no es eterna. Por esos te necesita mi amanecer, te justifican mis noches. Eres un ángel anónimo que toca mis labios, la luna clonada de mis alegrías, el altar de un misterio esperado.

[FONT=&quot]g) Bebedor de sueños

[FONT=&quot]Bebedor de sueños soy, cuando invades el territorio de mis tristezas y escampas en mis alegrías y tus manos me rompen libros y horas.

[FONT=&quot]h) Perennidad

[FONT=&quot]Todas las mañanas vuelvo a ser niño bajo tu mirada. Tienes el brillo de abuelos y pájaros al despertar. Amamos el volcán, las Chiltotas y bajo los árboles, miramos pasar automóviles, motos, bicicletas y niños que nos dicen adiós.

[FONT=&quot]i) Mi victoria

[FONT=&quot]Celebro el misterio de tus pasos, los años acumulados y los segundos de tus ansias por nacer. Levanto mis manos en victoria para recibirte. Tu pequeñez como un sol va creciendo.

[FONT=&quot]j) Tu amor

[FONT=&quot]Tu amor me libera, me exilia, me da tus juguetes, me da la serenidad y reposo. Transforma mi pequeñez y engrandece a mi corazón. Me devuelve otro hogar y una nueva historia. Tu amor trae perfume de días novedosos, segundos eternos a mi algarabía.

[FONT=&quot]k) Tus ojos

[FONT=&quot]A tus ojos miro desde mi sueño, acampan en mis desvelos, suavizan toda amargura. Han traído el amanecer nuevos luceros y en cada aurora los puedo besar. Llegaron desde otros universos, pintaron con su trazo mi sonoro canto. Hoy son el maíz que fermenta mi vida.

[FONT=&quot]l) Niña

[FONT=&quot]Tu amor es nuestra alborada y nuestra protesta. Eres nuestro orgullo y nuestro soñar. Hija, por ti, nuestras manos son ríos que se fortalecen.

[FONT=&quot]m) Camino a tu escuela

[FONT=&quot]Camino con esos niños que olvidan su orfandad, camino llegando desde el caos. Salí desde el final de la tormenta. Voy liviano como esos pájaros de rama en rama cazando alimentos. Voy con ellos cuando bajan a jugar como viejos niños llenos de novedad.

[FONT=&quot]n) Mis preguntas

[FONT=&quot]¿Adónde irían mis ojos, si les faltara el plenilunio de tu sueño?
[FONT=&quot]¿Irían de tu nombre a otro poema? ¿Adónde mis pasos en el país terrible? ¿Qué buscarían en otras ciudades? En casa quedaría el jardín y el cerro y la laguna. ¿Adónde irían mis versos que le apuestan a tu vida? ¿Que sería mi vida esperándote? [FONT=&quot]¿Dónde quedarían mis horas y[FONT=&quot] mi voz?

 

Ante todo enhorabuena Edgar. Después, me erijo en abogado del diablo:
¿ Quisiste decir cauces, clonaba,miro o mimo?
" causes, clonada, mino "

 

Gracias Ángel, que excelente tisbo, la poesía merece ángeles de este talle, ya corregí lo que con ojo de ángel advertiste, poeta amigo.