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Liliana

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por ADEXFI, 14 de Noviembre de 2019. Respuestas: 0 | Visitas: 164

  1. ADEXFI

    ADEXFI Poeta adicto al portal

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    17 de Octubre de 2011
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    Género:
    Hombre
    Liliana

    Cuando salía de casa, siempre había algún
    grupo de amigos parados en alguna esquina,
    y acordaba con un par de ellos, para
    dar una vuelta por el “parque abeja”, porque
    siempre estaba lleno de abejas, pues.

    Dábamos vueltas interminables y acabábamos
    sentados en una banca, charlando,
    viendo a las chicas qué pasaban sonriendo.
    Éramos jóvenes felices y eternos.

    Un día salí de casa apurado, no recuerdo porque,
    y me percaté de una joven, parada en el
    portal de su puerta y estaba llorando.

    Tuve la necesidad de verla de nuevo.
    En ésos eviternos, la única alma
    que quería observar bien,

    así que mientras cruzaba la pista,
    volteé la cabeza agachándome
    cerrando un poco los ojos para verla bien.

    Vi que efectivamente lloraba,
    y nos miramos mutuamente, así que,
    giré rápidamente la cabeza hacia el otro lado,
    poniendo atención a otra cosa.


    Creo que las personas creen,
    que no les importamos a nadie, que no conocemos;
    pero ella era Liliana, la chica que nunca salía,

    y lo único que se sabía de ella, era que
    su mamá era la dueña del jardín de niños
    que estaba a unos metros de mi casa.

    Allí me di cuenta de la importancia de que alguien
    desconocido no te ignore, cuando estás sufriendo,
    como el resto de la gente, que pasaba al lado, de Liliana.

    Sin importarle su sufrir.
    Aquella fría tarde de Abril.
    Cuando la vi sollozando, incrédulo,
    porque, contrastaba con los demás
    jóvenes de la cuadra, que siempre reían.

    Porque entonces, empezó a salir de su escondite.
    Y a interesarse en conocer a las personas
    que vivían cerca; y ya se acercaba a nosotros,
    cual onda liberada, por estás grutas de la vida.

    Y todos comentaban, que como había cambiado.
    Entonces ella me dirigía una mirada muy especial,
    y yo me sentía cual partícula bendecida.

    No se en que andaba, en esos tiempos,
    y tontamente la dejé ir.
    La última vez que la vi, fue a lo lejos.

    No, no lo abrazaba, a través del cuello de Carlos,
    tan solo apoyaba una mano en su hombro,
    y así la vi alejarse de mi vida para siempre.

     
    #1
    Última modificación: 8 de Diciembre de 2019
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