Lluvia...

E olvidado esa sensación que deja el no tener que buscar mas. Esos momentos que no se si fueron reales o me los he ido imaginando con el paso de los días, meses, sinceramente, de los años. Todo se derrite, se acaba, se queda atrás… o nada pasa.

Me adentro en mi cabeza. Respiro en el centro de la nada, del todo… Y aun así, no entiendo nada. La razón, la lógica, la necesidad de que estemos incompletos por decisión propia: no tiene explicación. Pero te veo irte, te veo volver y volver a irte… Y te veo volver cada vez, con la misma cara ilusionada que es lo que lo justifica todo… Te veo golpearme en un lugar abierto, que solo duele…

Con el silencio impregnado en los dedos, y las malditas ganas de mandarlo todo a la misma mierda que me dan de vez en cuando… Respiro de nuevo, pienso en mi, en cada pausa… Bajo esta lluvia que, tampoco, entiende nada.

 

Y qué soledad tan necesaria a veces, no crees?. Creo que la lluvia no entiende de tristezas, cae mojándolo todo, limpiando el interior y el exterior; nosotros no mudamos, vivimos. Vive, amiga, al ritmo de tu corazón. Un beso dominguero y poético de mí para tí.

 

Digamos que todo es necesario... la lluvia, la soledad, escribir, limpiarse adentro, mojarse... esos besos domingueros!
gracias mi querido Anik!!! Un abrazo!