Lo niego todo

Lo niego todo

Que el roce de tus labios en mi cuello

desatara de pronto mi pasión.

Niego que me dejaras sin resuello,

sin poder disfrazar mi turbación.


Yo niego tu poder de seducción,

que es de tu amor solo fugaz destello.

Niego que este volcán en erupción

en su loco bramar lleva tu sello.


Si en todo este negar tú estás presente,

es solo porque quiero asegurarte

que de mi pensamiento estás ausente


Si acaso me rindiera y al besarte

a tus brazos me entrego mansamente

y eternizo el instante, ¿a qué negarte?



Creado para Pasión y sexualidad en "Nuestro espacio"

​

 

Hace tiempo que no paso por vuestro espacio, amiga Isabel, me alegra ver que seguís con excelentes inspiraciones como la que nos compartes en este excelente soneto.

​

 

Estamos algo paradas, porque ya sabes que tenemos muchos otros deberes y a veces nos coinciden a todas a la vez. Pero ya sabes que nuestro espacio es tuyo .
Un abrazo Marcos.
Isabel

 

Crear una intensa dualidad en un bello soneto. para que negarlo cuando la realidad
atractiva es vertido de pasion obligada. es fecundo el amor en esa doble disposicion
donde el si y el no juegan entre dudas construidas. me ha gustado mucho.
saludos amables de luzyabsenta

 

Hola, Ice, gusto saludarte. La dualidad es una clara oscuridad, donde florece la duda que lleva a la certeza absoluta como podrás ver.
Saludos.
Isabel

 

Que suerte encontrarme de nuevo con este comentario tuyo tan valioso, que nos estimula a seguir escribiendo.
Todo un lujo contar con tus generosas y amables letras.
Saludos igualmente amables.
Isabel