Lo nuevo, siempre es bonito

Siempre he tenido el deseo febril, de estrenar en el mismo momento de la compra cualquier cosa que he adquirido. Soy de esas personas inquietas, que se llevan puestos los vaqueros de rebaja, y que no pueden esperar a llegar a casa para calzarse zapatillas nuevas. Nunca dudo, lo nuevo, siempre es bonito. Con los libros pasa más de lo mismo, todo el recorrido desde la librería a casa, lo invierto con mis ojos pegados a la hipnótica lectura.

Como cualquier otro mortal, soy asiduo indispensable a los grandes almacenes. Observo, comparo, ¡Compro! Ahora mismo, sujeto un hacha de precioso mango barnizado, y hoja finamente afilada de un generoso espesor. Todo ello por un módico precio de oferta de lanzamiento que no he podido resistir. Y como siempre, el dichoso gusanillo en el estómago que a todos nos emerge cuando compramos algo nuevo. ¡Qué nervios! Hay tanta gente de tierno corte, tanta muchedumbre donde poder elegir. ¡Estoy ansioso por estrenarla!

 

que buena ironía en su final, con su toque de humor, jeje en tu cuello no podeis probar, me ha gustado disfrutar de su lectura. Un abrazo

 

Saludos Brise, esa era mi intención, un poco de humor negro. Agradecido por tu visita.

 

Jajaja, me causa gracia este tema,
quizás por que reflejas algo tan real
como mítico...

yo gustosa de pasar a leerle eeh​