Lo que la muerte no puede

Se han vaciado tus ojos de la sal de los mares. Tus pupilas perdieron la luz maravillosa que emanaban a diario. Tus manitos inquietas encontraron la calma. Tu sonrisa es sonrisa, pero esta vez, callada.
Un silencio de asombro reina en toda la casa. Los ecos de los pasos que hasta ayer caminabas. Incógnitas que hielan las cansadas paredes, las esperas tardías, las rosas marchitadas.
Tus retratos intentan reemplazar el vacío. Ni siquiera se acercan al logro pretendido.
Rincones que curiosos preguntan por tu alma. Preguntas sin respuestas. Discusión bizantina.
El patio recorrido por demoradas hojas, que el viento empuja ansioso al descanso en la entrada. Un sol que timorato entibia, por las dudas aparezcas de pronto, cruzando la galería corta, que extraña tus mañanas.
Una cama gigante que ocupa un solo lado, el de tu compañero eterno, tu amante desolado.
Aún está tu ropa, esperando que vuelvas. Si al menos esta vez, se hubiere equivocado…
Te extrañan los sillones, los cuartos. La radio silenció sus humores desde que tus oídos cerraron su atención.
Es inútil. La espera intempestiva tiene el cartel de “eterna”; la ilusión de tu vuelta, la etiqueta “perpetua”. Y aún a sabiendas de que jamás lo hagas, te seguiré esperando. Porque el lugar vacante tiene un solo destino: la espera solitaria, la nada y el vacío.
La muerte traicionera se ha llevado, el alma más hermosa y amada que habitara esta tierra.
Pero no se dio cuenta que dejó las semillas. Florecientes simientes que han de vengar el rapto. Perpetuarán tu vida como tus ideales. Porque es imposible matar lo inalcanzable.
Y porque la palabra olvido no esta en mi diccionario.
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A mi Madre.

 

Precioso, me encantó. Ojalá esas timidas palabras que salieron de tu pluma hagan permanecer el recuerdo por encima de la muerte que, cruel y vanidosa, nos arrebata siempre aquello que amamos.

 

Gracias σελενε, es un gran gusto verte pasar por aquí.
Agradezco entonces tu paso y tu devolución.
Ten por seguro que el recuerdo en mí es eterno.

Un beso,
Diego.

 

Unas de las prosa màs bellas que he leìdo, me identifico plenamente en cada sentimiento ante la ausencia de un ser amado,. Terrible ausencia la de tu madre! pero jamàs la muerte podrà con el amor

Un gusto leer tus letras.

Cordiales saludos.

 

Infinitas gracias Mariela por tu paso y comentario.
Y te asiste la razón, no hay nada que pueda con el amor, ni siquiera la muerte.

Un gran beso,
Diego.

 

Diego; todo sobrevive porque la vida es etérea, porque está más allá de una presencia.
En la profundidad de tu prosa existe la vida que se continúa como un verso eterno.

Mi respeto amigo Diego.

Daniel

 

Gracias cipres, es reconfortante compartir además de letras, sentimientos que al fin y al cabo son la savia que alimenta lo que escribimos, lo que leemos, lo que compartimos.
Un gran abrazo por tu presencia y calidez,
Diego.

 

Conmovedor y triste, y bellamente expuesto. Mi admiración.

Luis María Murillo Sarmiento

http://luismmurillo.blogspot.com/ (Página de críticas y comentarios)
http://luismariamurillosarmiento.blogspot.com/ (Página literaria)

 

"Tu sonrisa es sonrisa, pero esta vez callada"

EN SERIO NO MA...... me dejaste asi mira --> ::hmy:::::hmy:::::hmy:::::hmy:::

Esto es un asunto aparte, un nivel superior, he leido aqui algunos que tocan el mismo punto, PERO TU, te llevas el premio.

Saludos y gusto en LEERTE

 

Muchas Gracias Luis, como siempre es un honor recibir tus pasos por mis letras.

Un gran abrazo,
Diego.

 

Mil gracias alternandovidas, es una alegría recibir tu comentario y tu paso.
Infinitos agradecimientos y un gran abrazo,
Diego.

 

excelente poeta, vaya que cierre... genial

un abarzo fuerte

 

Gracias Francisco, por tus pasos y devoluciones, como siempre.

Un gran abrazo,
Diego.

 

Los recuerdos quedan hay DIEGO que siga esa pluma esribiendo COSAS COMO ESTA PROSA TAN SENTIDA.UN ABRAZO

 

Gracias Rosa amiga mía, espero que siga...

Un beso muy grande y gracias por pasar,

Diego.

 

T_T Hermoso escrito. Mis respetos amigo, me ha emocionado leerlo.

Saludos y estrellas

 

Gracias amigo, es un honor tenerte siempre por aquí.

Abrazos,
Diego.

 

AY DIEGO me acongojaste con esta prosa,los ojos nuncan se vacian porque son losque ven dentro de nustras mismisimas entrañas, buena prosa .Aunqueno te comente como te merees, sigo tus letras amigo, un placer siempre leerte

 

Gracias Rosa, es una alegría saber que pasas por mis letras. Un honor que lo hagas.
Muchos besos,
Diego.

 

Asi es amigo lo inalcanzable nunca puede destruirse, es un gran homenaje a tu madre, pero lo curioso es que no se porque pero ne senti complacida con esta frase: ''Es inutil, la espera intempestiva tiene el cartel de eterna, la ilusion de tu vuelta, perpetua!

 

Gracias por tu comentario amiguita, en cuanto a la frase, podría ser que pueda ser aplicada a muchas situaciones de la vida además de la muerte.

Muchos besitos y disfruta de tu amor!!

Diego

 

Preciosa prosa Diego, la gran ausencia, la terrible soledad que te embarga ante ese ser que es tan importante en nuestra vida, me has dejado esa sensación de melancolía pero a la vez, noto que paso a paso te reconforta ese recuerdo tan maravilloso que te dejó, que seguro está cerca de tí, aunque a lo mejor no lo aprecies, me encantó Diego, siempre tan agradable para mi leer tus bellos escritos que no son más que reflejos de los bellos sentimientos que te afloran de ese gran corazón que tienes como ser tan sumamente sensible que eres, un beso lleno de mucha ternura, amigo

 

Gracias Mayca, amiga mía.
No sabes la alegría que me produce saberte cerca de mis letras. Agradezco también tus conceptos para con mi persona.
Como dices, el tiempo pasa y lejos de borrar a las personas que hicieron de nosotros lo que somos, las agiganta; y sí se que están cerca.
Un gran beso amiga y renovados agradecimientos.
Diego.

 

Pocas veces he visto plasmar tan bien este sentimiento Diego... que bonito el hecho de bañar con la pena cada rincón, cada objeto... ya que realmente es asi como se sufre.Precioso Diego. El dolor y la endereza laten al final.
Un gusto volver a leerte... Un abrazo

 

cande, no sabes la alegría que me dió volver a saber de tí, ya que hace demasiado tiempo no te había perdido el rastro.
Es cierto lo que dices, y agradezco tu devolución.
Es grato reencontrarte, toc, toc.

Un beso,
Diego.