Lo que quiero

De todas las travesías (im)posibles, solo me interesa una, embarcarme de palabras hacia el abismo de mí mismo, abismarme. De todos los derechos existentes, solo reclamo uno, escribir cuánta cosa quiera y sueñe, y hacerme responsable de seguir queriendo y soñando y, en especial, escribiendo. De la libertad de la que tanto hablan, solo me desvela su parte más pequeña, íntima, silenciosa, ese espaciecito provisto de cuatro paredes, un techo y una ventana donde puedo ser yo, únicamente yo, el yo más verdadero de todos los yos que me habitan. Del éxito, sus estrategias y sus trampas, solo aspiro a tenerlo de casualidad, por azares no del destino ni de la vida, sino de las palabras, y seré exitoso, sentiré serlo, siempre y cuando pueda escribir por lo menos una línea al término de cada día, solo una, ojalá chiquitita y sonriente. De la felicidad, tan esquiva para los ambiciosos, tan sobredimensionada por los románticos, tan esto y lo otro según cómo se la mire, solo deseo un instante, tan fugaz como eterno, tan superficial como profundo, tan a blanco y negro como colorido, tan disonante como armónico, tan helado como cálido, tan tan y tan menos… tan mío, tan de Nadie, tan de todos, que escribirlo sea como tocar la vida detrás de la vida, como morir de una buena vez, si es que anduve medio muerto desde que recuerdo.

 

Gracias por leerme...