Lo sutil de tu pregunta...

-¿Que te haría feliz?.
Me lo pregunto con sutil sencillez mientras de mis ojos caían lágrimas, y de mi pecho brotaba como plaga la bronca y la impotencia.
-No sé. Respondía solloza y ahogada en un mar salado que solo yo producía.
-Esa no es una respuesta- me dijo.
-Ya lo sé, no puedo pensar, no tengo la fuerza que necesito para hacerlo, no puedo respirar.
- Te piensas rendir así de fácil?...
No lo observo, sólo guardo silencio y me quedo tiesa en el lugar donde estoy, el cuerpo no me responde, y la mente la tengo bloqueada. Escucho su respiración muy cerca mío, parece susurrarme al oído. No puedo moverme, el nudo que tengo en la garganta se esta convirtiendo en espina cada ve que intento soltarme.
- No me vas a responder?. Me observa fijamente sin intentos de intimidarme. No puedo relajarme; me toma de las manos; y no puedo alzar la mirada al encuentro con las suya. Es cada vez mas denso el aire. Trato de respirar, y el respira con migo para ayudarme, estoy empantanada hasta el cuello, el solo me observa y de esa manera me dice ¡vos podes!. Y no siento el cuerpo, y comienzo a desfallecer. Tropiezo en el intento, me vuelvo a caer, quiero mandar todo al carajo, ya no se que hacer. Insiste con su pregunta, y vuelve otra ves...
-¿Qué te haría feliz?...
Frunzo el entrecejo, y se me estremece el corazón... respondo muy bajito hasta dar el grito de dolor...
- La justicia, que es inexistente... Feliz!?; es ser libre de esas cadenas malditas que me desangran las manos atadas y que juegan con mi alma, soltándome levemente para darme el tirón mas fuerte cuando me ven sonreír... es el juego mas cruel al ser humano.
¿Qué mas podía responder?, si ya no podía seguir. Sólo por hoy quería dejarme caer entre sus brazos y perderme en la profundidad de mi inconsciente, para ya no sentir, para ya no vivir, y para que su pregunta no se convierta en un puñal mas de sueños sin cumplir.