Los cómplices de la graduación

Cabe destacar, antes de reír lo que pasó en ese auditorio 12 de la calle 17 con Jiménez. Que en ese pequeño municipio, la retórica de su "discurso sincero" colmó el Santo Grial de los años hipócritas; la copa de caras rígidas y el vaso vuelto hilaridad de este escritor ileso ante la revolución convertida en tinta y papel. Pues debo confesar, mi complicidad a la hora del hurto masivo e imperante de la honra en los presentes. Como un mercenario del abecedario, me dispuse a cortar las arterias del respeto; eso si, como buen caballero, ante la petición de la dama. Y sin más preludio puse a sus órdenes mi corto vocabulario, dando vida al siguiente hecho:

Noche de diciembre; única, álgida y sobre todo, llena de una niebla seductora, libidinosa; nacida tal atmósfera, desde la llegada de esa... Mezcla entre virgen y flor de loto tropical. Que dominaba los ojos y almas de simples mortales que allí estábamos (o por lo menos mi atención la codiciaba por completo) sentados. Una bendición en forma de vestido entre carmesí y bermellón alojaba la figura inspiradora de devoción en aquella constelación femenina. Esos diamantes hipnóticos, cabellos de venus !Torturaban las ideas del universo presente!


Claro, oradora de promoción pero... No sé. Algo más que nostalgia y perfección devengaba su presencia. Un aire que algunos denominan misterio abrazaba el Miguel Angel de la graduación. Inminente huracán disfrazado de sensualidad y belleza contenido en un vestido carmesí o bermellón... Más o menos.


Pasada la ceremonia solemne de apertura, el himno sonó como siempre, sólo qué; Vuelvo a tener la misma impresión de misterio sobre aquella graduando sentada una plaza antes de mí. Ya el himno no tiene ese sentimiento de patriotismo y orgullo tricolor usual. Suena más bien a Chopin y su marcha fúnebre. Pero dentro de todo, el momento continúa como debe ser, parsimonicamente expectativo. Uno a uno los condenados reciben la orden tan esperada y merecida por algunos.

Ya, todo listo para el discurso en nombre de los graduandos. La dama de rojo... Oigo el balbuceo de las filas: "¡Es Laya! ¡Es Valentina! Me quedo con Valentina como lo mejor de la noche”. Mientras, subía al podio el portento célico. Mi expectativa cómplice del exceso indomable puesto en marcha, aquejaba mi razón de una forma casi dolorosa. Uno a uno, escalón por escalón se acompasaba con mis exhalaciones. Llega al podio la novia del momento... Parece sonreír. Con una picardía, una picardía muy lejos de ser melancólica o nerviosa. Toma el papel. Ajusta el micrófono. Listo ya; armisonante comenzó la masacre:


“Odiados y despreciables compañeros, enemigos, profesores e inoportunos acompañantes. Ha pasado tanto tiempo, y estamos aquí. La graduación de los hipócritas y mediocres alumnos. Debo aperturar mi discurso sincero con la fiel convicción de su desdichada existencia para el país y el mundo. Recuerden tristemente, que son el futuro del mañana, y que siempre por mala jugada del destino, tendremos un lazo fúnebre que nos unirá por siempre.

Parece un sueño... Desde que entrabamos y nos íbamos conformando con la inocencia de hacer amigos, tropezar con personas importantes, abrimos los ojos a lo inverosímil de su ser. Personas que marcan pauta con el veneno que destilan. Como tu mi querida Mariana, mi mejor amiga de juguete, la más pesada, falsa y asquerosa personas de mi vida, siempre odié esa ridícula y graciosa blusa azul, que tú; con tu sentido ciego de moda (bueno). tal Shakira Ciego, sordo, mudo siempre has sabido llevar con ridiculez.

Otra persona a a la que llevó mis cariños, por ayudarme a creer en mí... Sofía. La más irritante, fastidiosa y asesina de humildad del colegio. Deberías darte unas palmaditas en la espalda por tus insultos y humillaciones, unas palmaditas con un puñal por cierto. Y personas que no puedo olvidar: José, Nicolás, Caroline, Joshua... Quienes con su amistad interesada siempre creyeron en mis "capacidades”, en los exámenes de química, física y que también, creyeron que me agradaban.
Tiempos que lamento, dejan huellas en cada uno de nosotros, lamentado, ciertamente lamentado.
A ustedes "amigos"... Mi dedicatoria, por tantos años difíciles de lidiar con la bajeza de modales, inhibición de principios y moral.

Nos graduamos "amigos ", debemos partir hacia nuestros destinos, llenos de sorpresas e hipocresía tan grande como el egoísmo de Gonzalo. Lleno de agravios merecidos por las "buenas acciones y corazones de todos". Es hora pues, de encomendar y dar las gracias a Dios, puesto que sin él, no podría tolerar las náuseas causadas por la personalidad de cada uno de ustedes. Y para terminar, quisiera dejar una frase de Adolf Hitler:

“Debe procurar que sólo engendren hijos los individuos sanos, porque el hecho de que personas enfermas o incapaces pongan hijos en el mundo es una desgracia, en tanto que el abstenerse de hacerlo es un acto altamente honroso”.


No hace falta hacer el intento en describir el nuevo tipo de silencio creado en auditorio 12; mas la elegancia, ligereza y dominio del rojo bermellón, bajando del podio; no tan lento como pasaba la cinta de esta película en mi cabeza, pero si, con la tranquilidad del vencedor a sangre fría. Deslumbró en su salida. Las puertas laterales jamás habían llenado de tanta noche la habitación. Mientras, al fondo jugueteaba con el lazo ebanoso de mi Salvatore Ferragamo y mientras retenía la carcajada, llegó un mensaje a mi Xperia que; manchaba mi inocencia como una declaración culposa: “Misión cumplida ...

 

¡Ay! ya me he dado cuenta y los he corregido. Pido disculpas a los lectores. Un abrazo tigana, gracias por pasar por mis letras.

 

En tiempo y lugar... no se puede pedir más, jeje. Amenas, Jesus Reina. La cita, genial. Gracias. Saludos.

 

Excelente prosa amigo mío, muy bien elaborada, no es nada fácil desarrollar este género, ya que la prosa conlleva mucha creatividad y soltura, tu la dominas perfectamente Jesús, la maquina ahora no me permite darte lo que bien merece tu obra , reputación merecidisima, pero me lo apunto para cuando lo pueda hacer. Un fuerte abrazo mío ¡Gran poeta! Y feliz semana.

 

Un abrazo desde "mi Valencia del Rey" mi estimado amigo Isidoro, tu presencia en mis letras vale mas que la reputación mecánica. Saludos y agradecido por la visita.

 

muy buena prosa, jesus, saludos...

 

La casualidad me trajo aquí, de vuelta al salón de actos del cole...

Mis aplausos más que aplausos son intentos por aplastar fantasmas que escapan del cuerpo; rabias, envidias, peleas, inquinas, robos... y claro está el primer amor amor amor (fueron tres, pero ninguna se enteró de las otras dos y espero que esto siga, así que guarden el secreto).

Un abrazo.

Dragon Ecu