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los libros de la buena memoria

Tema en 'Poemas Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por licprof, 10 de Enero de 2021. Respuestas: 2 | Visitas: 312

  1. licprof

    licprof Poeta fiel al portal

    Se incorporó:
    31 de Marzo de 2020
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    Género:
    Hombre
    asì se llamaba la biblioteca cita en la calle giordano bruno
    enfrente de la plaza del mismo nombre
    3 años pasè allì desde 2002 a 2004
    leyendo un libro tras otro
    y fumando un faso tras otro
    como si la juventud fuera inmortal
    como si la buena salud fuera eterna

    3 años jugando al ajedrez
    y asistiendo a algunas fiestas a veces
    los sàbados a la noche
    en aquella casa hermosa
    habitada por algunos hippies:
    los libros se iban amontonando
    junto con el polvo
    en los estantes de madera
    y algunas alimañas, algunos insectos:
    arañas y telarañas
    entre otros

    3 años luego de la crisis de 2001
    o màs bien durante

    en aquella època dorada
    no perdìa tanto jugando al ajedrez:
    tenìa màs paciencia
    o menos impaciencia;
    tambièn estaba la tertulia de los domingos
    y el gimnasio cercano, ahì nomàs,
    el tren cercano
    grandes torres de departamentos
    y una huerta ecològica
    el sonido del tren en la cercana estaciòn caballito

    entonces una noche escribì:
    el rumor de la lluvia
    sobre la hierba
    una noche
    al salir de la biblioteca

    intitulè dicho haiku o lo que fuere:
    reflexiones sobre la violencia
    reflexions sur la violence

    efectivamente, eso acaeciò una noche
    al irme de la biblioteca:
    lloviznaba suavemente
    y no hacìa ni frìo ni calor

    yo volvìa a casa despuès de trabajar durante el dìa

    en la biblioteca se realizaban
    reuniones polìticas
    las llamaban asambleas vecinales o barriales
    yo escuchaba
    y las pocas veces que quise intervenir
    me cortaban con frases burlonas
    de todas maneras, no importaba demasiado
    aunque nunca supe hacerme respetar:
    hacerse respetar es todo un arte o ciencia
    toda una tècnica: acaso la tècnica por antonomasia
    pero eso no se enseña, solo se aprende
    como hacer el amor
    es esa clase de cosas que no se enseña
    solo lo podès aprender con la pràctica
    como tantas otras cosas de la vida

    habìa algunas chicas en la biblioteca
    pero ninguna tenìa la pasiòn de la lectura
    y yo no hacìa otra cosa que leer un volumen tras otro
    mientras fumaba

    la tertulia de los domingos: comenzaba a las 6 de la tarde
    aproximadamente
    y se extendìa bien entrada la noche
    a veces hasta medianoche
    mientras tomàbamos diversos brebajes
    leìamos y comentàbamos lo leìdo

    nunca èramos màs de 10 personas

    publicamos algunas pasquines
    con nuestros poemas
    con nuestros cuentos y relatos

    me gustaba la tertulia de los domingos y la biblioteca
    pero dejè de concurrir cuando empccè a trabajar sin parar
    un dìa me enterè que el gobierno municipal los habìa expulsado violentamente
    quiero decir con la fuerza pùblica la policìa etc.
    la ultraderecha enquistada en el poder
    expulsò a mis amigos
    no pude hacer nada
    lo vi todo por televisiòn

    se fueron a otro lado
    cada tanto tenìa noticias de los libros
    cada tanto veìa a algunos integrantes de la tertulia
    en especial a pedro grosso
    pero èl ya no escribìa:
    habìa estado un tiempo en españa
    trabajando para diversas empresas
    cobrando en euros:
    se comprò una casa
    fuimos a comer una pizza
    pero èl querìa irse de farra a constituciòn san telmo o por ahì
    y yo ya no tenìa ganas para ociosos menesteres informales:
    me habìa convertido en un tipo bàsicamente casero y familiar
    pequeño burguès si se quiere
    me habìa adocenado, aggiornado digamos
    y con una pizza de muzzarella me conformaba:
    me habìa recibido de abogado
    pero no por ello habìa abandonado las bellas letras
    por el contrario: ejercìa como profesor de lengua y literatura
    en colegios secundarios nocturnos de adultos
    donde solìa recitar hasta 20 poemas de memoria
    y al terminar los alumnos me aplaudìan a rabiar

    de la biblioteca no quedò nada:
    sus integrantes se dispersaron como el viento
    los libros se dispersaron a los 4 vientos

    cada tanto veo a pedro grosso:
    se dedica a vender libros usados
    con lo ahorrado se comprò una casa
    ya no escribe
    y el presente y el futuro
    se volvieron pasado

    cada tanto paso por la biblioteca:
    donde estaba, ahora hay un edificio de departamentos
    pero yo paso (cuando paso) los domingos
    y no hay nadie en las calles por la mañana
    solo una feria de frutas y verduras
    sobre la calle giordano bruno
    pero hay pocos clientes
    y sigo caminando
    aunque me saludan y ofrecen
    distintos productos alimenticios
    a un precio màs que razonable

    y como siempre la calle empedrada
    continùa llena de hojas de los àrboles
    que el viento insiste en barrer
    como hace miles de años
    quizàs

     
    #1
    Última modificación: 10 de Enero de 2021
    A Chema Ysmer y Xinda les gusta esto.
  2. Xinda

    Xinda Poeta recién llegado

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    Me hizo recordar el tiempo que pasé en la biblioteca Vasconcelos. Sus poemas me gustan porque suelen abarcar lo individual y lo social. Gracias por sus escritos.
     
    #2
    Última modificación: 11 de Enero de 2021
    A licprof le gusta esto.
  3. Chema Ysmer

    Chema Ysmer Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Me encanta leer lo que cuentas porque imagino muy vivamente ese ambiente de tertulia en bibliotecas, con ese olor a polvo y papel manoseado y viejo, donde tanta vida se encierra en cada página. Yo trabajo en la hemeroteca municipal de Madrid y sé lo que es estar rodeado de tanta historia, es algo que se siente y que se huele. La pérdida de lugares así siempre llena de tristeza y de nostalgia, lástima que haya tanta gente que no sepan apreciar y quieran conservar estos lugares casi sagrados del saber y la felicidad. Gracias y saludos muy cordiales.
     
    #3
    A licprof le gusta esto.

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