Los mercaderes del mal

La gente de agosto viene cargada de ropa de marca, por cualquiera que esté de moda. Pululan entre las piedras derruidas del palacio del conde de Inicio y Rebolledo, en la comarca de Omaña; o en los castillos vecinos del duque de Luna, donde ruedan los bloques de granito laderas abajo; e incluso en los dominios del antaño noble de Alba, más próximo a la ciudad de León. Es irrisorio la idiotez del humano de hoy, conquistado con estupideces tan grandes como grandes fueron nuestros ancestros; sometidos por marcas de multinacionales que no valen ni céntimos el fabricarlas en los países del tercer mundo, esclavizados por semejantes sinvergüenzas, por no decir insultos peores, pero que quede claro que son merecedores de todos los imaginados y por imaginar.

Juventud idiota hasta los límites de lo increíble. Padres que no valen una mierda porque, aún a sabiendas del origen de las prendas, las compran. Algunos aducen que si no se morirían de hambre en tales países. ¡Habrase visto tal hipocresía! Como si no hubiesen subsistido durante milenios, y miles de milenios, sin los avarientos mercaderes del mal.

¿Qué debe sentir un "señor", un ejecutivo miserable que paga veinte o treinta euros al mes a un niño, para luego vender cada prenda a decenas de euros en occidente? ¿Qué pensará su podrida cabeza al verlos esclavizados, sin estudiar, con el dinero justo para no morir de hambre? ¿Reirá las gracias en los campos de golf? Hablo de prendas de vestir, pero lo mismo es para cualquier otro objeto que sirve para acrecentar las desigualdades de la humanidad, que son, hoy en día, la inmensa mayoría, y las que crean guerras y matanzas.

A estas alturas no creo en dioses, pero no hace falta porque, tarde o temprano, la descendencia de estos machos alfa de mierda será débil, como los pueblos que oprimieron sus putos padres, y entonces, el macho alfa de turno, "machacará" a sus descendientes.

Se creen listos y poderosos y son más tontos que comerse sus propias piernas. Dos dedos de frente y darían vida digna a su alrededor; así se asegurarían el vivir felices, sin rodearse de ejércitos que los protejan, y se asegurarían que cuando sus descendientes sean ovejas serán cuidadas por un honrado y buen pastor: el pueblo digno. Yo no digo que les quiten sus yates de oro, sus aviones supersónicos ni sus joyas estúpidas, ¡que se las queden y que tengan más, todas las del universo conquistable!, pero que den a los pueblos la dignidad de vivir con paz, sosiego, serenidad: comida, estudios, trabajo y hospitales. Yo, personalmente, con un buen libro, leyendo bajo un árbol con una botella de agua fresca y un par de melocotones, soy feliz.

Pero para eso hay que tener, como he dicho, tan solo un poco de conocimiento y, por supuesto, compasión y humanidad.

Si no cambian solo espero que acaben pagando por el mal que hagan. Y lo pagarán caro, sin duda alguna, si no en los infiernos, sí en las carnes de sus hijos, pues, al fin y al cabo, los hijos son la división y conjunción de nosotros mismos.

 

Ahhhh que gran verdad Sr. Évano que nos deja en sus letras pero como culpables son los que esclavizan también lo somos nosotros por caer en la rosca del consumismo, por comprar cada inutil producto que nos venden en la tele con comenrciales estupidos y llenos de mujeres en bolas. Quizás sea hora que en verdad paguemos todos las incongruencias de nuestra estupidez y ambición. Felicitaciones por esta bellisima y muy profunda prosa, ojalá abramos los ojos, reputación y saludos poeta

 

Gran verdad también su comentario, señor Daniel, gran verdad. Muchas gracias por pasar por este grano de arena. Se le saluda, amigo.

 

piadosos aquellos que no tocan tierra y se ven en las nubes, el mismo opio por más no hace ser así de consumidores, besos

 

¡Vaya, esto si que es un desahogo mental y cierto! creo que no te sobra nada para dar a entender que estamos viviendo en un mundo de hipocresía, donde los valores humanos se han perdido, al menos en las grandes civilizaciones, hay más humildad en los países pobres, que aquellos que se denominan desarrollados, tanta tecnología y tanto avance en cualquier campo, hace que cada vez seamos menos personas, pues con tantos adelantos, nosotros retrocedemos más, al menos como personas, viviendo en una sociedad donde no importa como se encuentre nuestro vecino, "a ver quien la da o la pone más grande".
Gracias Évano por compartir estas letras que sirven muy bien para reflexionar.
Un abrazo.

 

Muchas gracias, señora Marián y señor Ricardo Linares, por sus comentarios tan excelentes. Se les saluda afectuosamente desde estas montañas invadidas por gente de agosto trajeadas con marcas jajaja... Y yo en medio, con pantalones de pana y boina jajaja...

 

Hay quien se mira las manos y se cree distinto, por que luce joyas en ellas, están sedosas y finas por las cremas con que cada día las embadurna. Él no es un pirata, él no es un esclavista, es un hombre "moderno", desubicador de empresas, generador de beneficios, siempre en nombre propio. Se siente un héroe, es un padre de la patria, se enorgullece cuando se ve reflejado en la lista de Forbes, como poseedor de tantos millones.
Algún día se mirará al espejo y, aunque no quiera, acertará a ver toda su podedumbre. Notará cómo sus entrañas están pobladas por sucias alimañas, que sus sangre se corrompe, que su existir como ser humano llega a su fin. Tal vez sus ojos con el último hálito de vida acierten a ver cómo los desposeídos de la Tierra le arrancan la cabeza.

 

Amén, Don Luis, así sea. Muchas gracias por tan formidable comentario. Se le saluda, amigo.

 

Creo que primero hace falta, como dicen por aquí, que la conciencia individual despierte, estamos hipnotizados por la vorágine consumista y por ideas estúpidas que alguien impone como válidas. En fin, otro tema que da para mucho más de lo que se puede resumir aquí. Lo has dicho muy claro, y así es. Buen escrito, amigo. Abrazos.

 

Muchas gracias. señora Mariam. Tiene razón, es el tema de nunca acabar. Un abrazo, amiga, y a su Huesqueta, por supuesto.

 

Vaya escrito Sr Evano , reflexiones O mejor dicho letras espejo de esta epoca de consumismo irracional, el. Un poco de paz y vida digna urge! Un abrazo grande extranaba pasar a tis letras y ya lo remedie jeje luego sigocen tanto abrazos y melocotones a intervalos

 

La gente suele ser miope; prefiere agarrarse a la verdad que le interesa. Es la manera con la que se arma la cabeza. En un país de miopes, los que pretendemos ver, al final acabamos ciegos o cegatos. Mira cómo estamos los que somos "fundadores de la patria", Castilla y León... Évano, lo peor es querer ser profeta en el desierto, no tanto por los romanos, que ésos van a donde está el poder y donde anda la pasta y demás, sino los propios judíos..., que siempre nos pueden traicionar (y no con esto quiero ser antisemita...). Acá en España triunfa el fariseismo y el saduecismo, que se van turnando para desgracia nuestra... Lo mejor quizás era hacer como Jesús, echar a los mercaderes del Templo, que parece que es eso para ello su lugar de poder de la Moncloa o el Senado o Parlamento...

Un saludete de Samuel.

 

Es la gran desgracia de España, Don Samuel, sus inútiles e ineptos mangantes. Y recuerde cómo acabó aquel que intentó echar a los mercaderes. Muchas gracias por su comentario tan acertado. Se le saluda, amigo.