Los mimos

Tantos instantes muertos en la memoria;
sin sentidos para secuestrarlos en el cuerpo
o meter sus sonrisas y las lágrimas
dentro de una cápsula azucarada.

Extraerlas con el bisturí de lo imposible
para colocarlas en nuestro rostro
-suspendido sus gestos-
por la estática de las costumbres.

Y en las fotos se acumula
esa felicidad flagelada de mentiras
¿Por qué siempre en ellas
congelamos una risa?
¿ Y por qué los mimos lloran
cuando tienen en su boca
dibujada una sonrisa?

Ojalá pudiéramos sacar esa cápsula
y tragarla hasta revivir- nos
-o convertirnos-
en esos seres que fuimos.
Ojala pudiéramos entender
que esos momentos cincelando
nuestro destino
solo eran las lágrimas ocultas
en nuestra sonrisa de mimos.

Sara Montaño
Derechos Reservados

 

Hermoso poema mi querida amiga Sara.
Gracias por este exquisito regalo.
Te dejo un abrazo y un beso para ti.

 

Intensidad reflexiva que desahoga instantes sensibles querida amiga...
Un gusto leerte...espero te encuentres bien...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy