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Los momentos en que la burguesía perdió la cartera y el celular

Tema en 'Prosa: Sociopolíticos' comenzado por Maroc, 24 de Marzo de 2023. Respuestas: 0 | Visitas: 200

  1. Maroc

    Maroc Alberto

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    Hombre
    María está triste, no sabe donde está ni que hace aquí, fuera llueve, una nube color violeta posada sobre la caja de cristal lagrimea incesantemente, es la única nube que hay en el cielo, sólo la caja en la que está María se moja.

    La caja está situada en el centro de un hoyo de 300 metros de diámetro, poco profundo, pero María no puede ver más allá del borde circular.

    No sabe desde cuando está metida en esta caja de cristal, ni siquiera el porque, no conoce lo que hay más haya del borde... o sí, es posible que lo conozca pero por más esfuerzos que hace no consigue recordarlo, no recuerda nada, no sabe nada, no sabe ni que debe hacer,

    A veces pasa gente por allí, gente que no conoce, que recuerda vagamente, gente que la mira y la ve, gente que la mira y no la ve, gente que la saluda, gente que se acerca y aporrea con los puños el cristal, gente que se burla, gente que sonríe. Pero casi todos pasan sin verla, sin sonreír. Ella, sin embargo, ve a todos y a todos los sigue con la mirada.

    Periodicamente tiene extrañas sensaciones que la llenan de miedo, alegría, asco, angustia..., no sabe a que se deben. Ha observado que cuando la nube lluviosa cambia de color también cambian sus sensaciones pero esto no la ayuda de mucho porque no sabe el motivo.

    María siempre está triste...

    La angustia no saber nada, quiere saber, saberlo todo, tenerlo todo claro... pero para ello tendría que salir de la caja de cristal, cosa imposible, porque ya se ha cerciorado en millones de exploraciones que no hay salida posible, el cristal no se puede romper. La impotencia al comprender que no sabe la angustia más y más, hasta la desesperación. Odia la caja, la nube, a la gente que la mira con indiferencia, se odia a si misma, odia a todo. Cuando la impotencia se convierte en rabia golpea la caja con fuerza, furiosamente, impotente, aún así sabiendo que no logrará nada... pero en algún momento se deshace de esa impotencia.

    Cuando la serenidad la invade ha notado que la nube no refleja tanto sus sensaciones, que llueve menos, que el cristal vibra. María hace todo lo posible por permanecer tranquila y serena, ha descubierto la forma de salir de la caja; cuando no hay impotencia en su mente, cuando logra dominarla, su cerebro emite unas vibraciones que pueden romper el cristal si son lo suficientemente intensas, esto la tranquiliza más y más, ahora todo vuelve a cambiar.

    Por primera vez, desde que recuerda, ve anochecer, la noche es serena, clara, luminosa. María siente su cabeza llenarse de sensaciones, siente como giran, como la invaden y cuando sale el sol esplendido y hermoso el cristal de la caja vibra aún más y más hasta que la cabina estalla. María vuela por los aires al encuentro del sol que se aproxima.

    Y se va con todo en un torbellino de luz y color.

    Y ahora desciende flotando a su mundo; el mundo de siempre; el móvil y la tarjeta de crédito.

    Ahora está alegre, se dirige, presa, a El Corte Ingles pero se hace preguntas sin respuesta; de ahora en adelante no habrá mas preguntas porque fuera de la caja no le parece importante el buscar una respuesta cuando no conoce la pregunta.
     
    #1
    Última modificación: 9 de Abril de 2024
    A dragon_ecu le gusta esto.

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