los saunas ruinosos

es hora de hablar de los irrisorios prostìbulos
cuyos proxenetas explotaban a las propias esclavas condenadas
a las pràcticas sadomasoquistas màs perversas y extremas;
es hora de denunciar esto: los rufianes màs obsoletos
drogaban a las pupilas, las embriagaban y las entregaban a los verdes ancianos
a los hijos de mamà y papà
a los pequeños y grandes burgueses clandestinos
cuyos placeres consisten en expoliar a los pobres empleados
y sus misèrrimos salarios de hambre

no contentos con hambrear al populacho
lo exprimìan como a una naranja con ombligo:
engañaban a las adolescentes so pretexto de casarlas con eximios potentados
con ilustres multimillonarios
pero todo era un engaño: terminaban como tristes sirvientas en famosas casas de familia
en un country, en un barrio cerrado o en una secta malèvola
quienes por todo alimento le daban la comida de perro
hijos de puta terribles hijos de puta hay que decirlo con todas las letras

condenadas a la servidumbre màs prohibida y abyecta
en talleres clandestinos textiles: allì dormian junto con las pobres jòvenes
desamparadas prostituidas por estos miserables
que se arrogaban ensoberbecidos
el dominio del mundo

mediante màquinas computadoras ofrecìan la humana mercaderìa
mediante infinidad de pàginas web:
inùtil eran las conferencias en escuelas secundarias acerca de este delito infame
en las tardes del otoño, reunido todo el alumnado bajo la severa mirada de los directivos:
los alumnos andaban pensando en cosas mejores no atisbando ese peligro ocurrente:
la villera cumbia o el cariñoso reggaeton de ùltima moda, ùltimo momento:
o añoraban la salida a las 8 de la noche e ir a cenar a sus casas

mientras tanto continuaba el nefando comercio sexual, el oficio màs antiguo del mundo,
segùn malamente dicen
pero las chicas lograban escapar, formaban sindicatos, producìan videos al respecto
denunciaban a sus torturadores en los programas de televisiòn
en el juzgado màs cercano: la causa duraba años, duraba siglos, prescribìa
o en su defecto, la ley no existìa al momento del hecho delictuoso, criminògeno
y la ley mira hacia el futuro, aunque el proceso mira al pasado, pobres chicas,
los travestis y transexuales parecìan condenados no a la libertad sino màs bien a
prostituirse en manos de los putañeros imperdonables, los
machirulos inconfesables, los puteros dormidos:
asì son estos mundos implacables: vagamente satànicos,
solapadamente ambiguos o rabiosos

 

Leyendo y admirando la fuerza de su pluma,
abrazos sin rabia,

 

Gracias por todos sus mensajes saludos