LOS SUEÑOS 3

​

“…la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?”

Calderón, La vida es Sueño​

Sueño I

El sueño de Agamenón

Soy el rey Agamenón,
y mi reinado es Micenas,
llevo el valor en las venas,
y asombrosa admiración
tuve en Troya por mi acción.
De tal batalla mi suerte
Zeus en sueños me advierte
mas no de que a Clitemnestra
para mi final la adiestra,
la Muerte, ¡desdicha fuerte!

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Sueño II

Un verano, una noche, un sueño

Valiose de Puck, el duende,
Oberón, rey de las hadas.
Con sus usanzas taimadas
de un filtro de amor desprende
mágico aroma y lo extiende
haciendo al bosque soñar.
Parece Puck disfrutar
la confusión y el placer
y no puede comprender
que hay quien intente reinar.

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Sueño III

Mi pesadilla

Sueño que soy un bufón
en la jaula de leones
que hace reír a los sones
de ruidos de percusión.
Sueño que soy un peón
al que hay que sacrificar
para así poder ganar
en tablero de ajedrez,
y que se alegra, ¡pardiez!
viendo que ha de despertar.

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Sueño IV

El sueño de Alicia

La brisa suave acaricia
su infantil cara. Un conejo
que está detrás del espejo
corre, corre, corre. Alicia
cuando lo ve se desquicia
y al buscarlo se divierte.
Cuídate, niña, la suerte
si ves la Reina pasar,
no vayas a despertar
en el sueño de la muerte.

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Cuatro magníficas versiones de los sueños, en décimas de buena factura. Felicidades, Juan Ramón-

 

A

Agradezco mucho tu visita y comentario, Victor.

Un abrazo, amigo.

 

Un excelente comentario que ha sabido captar la esencia literario-mítica que he querido dar a este trabajo, Libélula.

Te agradezco mucho tu calificación.

Un cordial saludo.

 

Me has dejado, Juan, patitieso con tu cultura onírica en esta muy original glosa. La que más me pegó, por supuesto, es la última, por su personaje que me resulta tan entrañable (mal que le pese a Tim Burton que hizo todo lo que pudo por arruinarlo). En ella me llamó la atención como con tus proverbiales encabalgamientos creas la sensación de la carrera de Alicia, en los primeros versos.
En la primera me llamó la atención el verso «De tal batalla mi suerte», pareciéndome más naturales «de tal batalla la suerte» o «en tal batalla mi suerte»: ¡caramba que admite variantes nuestra lengua!
Veo que, honrando a tu glosado Calderón, has hecho caso omiso de la regla del 4+6 en las décimas.

abrazo
Jorge

 

Bellas y soñadoras décimas nos dejas querido amigo Juan Ramón
donde como siempre la sutileza de tus letras nos hace disfrutar
de una buena lectura de principio a fin gracias a tu talento poético
hecho poesía. Siempre es un placer el poder pasar a leerte.
Besos y un abrazo. Tere

 

Me alegra mucho que te haya gustado este trabajo, Jorge. Bien que me costó encajar los versos de Calderón en cada décima, algunos con más fortuna que otros, para mi gusto. Mi idea no fue realmente hacer una glosa sino más bien tomar esos versos en donde Segismundo acaba diciendo ese oximoron en frase tan impactante : "viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte" como leit motive para mi inspiración en el relato de determinados sueños literarios y míticos.

Esa Alicia de Tim Burton no la he visto por lo que no puedo opinar sobre ella; es probable que tengas razón en tu opinión sobre la película.

A mi la frase "de tal batalla mi suerte" no me parece una mala construcción si se tiene en cuenta el resto de la oración.

En cuanto a honrar a Calderón, pues tampoco hice las décimas así con esa intención, sinceramente; quise hacer décimas a secas, no décimas espinelas. Alguna vez hemos hablado esto; yo no creo que todas las décimas tengan que ser espinelas. De todas formas sí hice un homenaje a Espinel con una de ellas (Mi pesadilla) .

Te reitero mi agradecimiento amigo.

Un abrazo.

 

Me ha gustado y animado mucho tu comentario, Tere.

Un fuerte abrazo, amiga.

 

Me parece un trabajo complejo glosar en décimas una redondilla de tan célebre escritor, de modo que cada estrofa sea una referencia poética que coincida con la temática propuesta en esta tensón: Los Sueños. Nos haces viajar a las páginas de La Ilíada; luego nos acercas la butaca para ver el trabajo de Hoffman en «A Midsummer Night's Dream»; más tarde nos compartes tu propio sueño; y cierras el poema con una décima dedicada a la niña consentida de Lewis Carroll.

Las dos últimas décimas me parecen, en mi opinión, especialmente logradas: la primera por su final, la segunda por sus audaces encabalgamientos. Las rimas parecen agotarse por el uso repetido del vocablo «suerte» en dos de las estrofas, pero como cada una tiene su propia temática, no veo inconveniente en ello. ¡Te ha puesto a pensar el tema!, jajaja así que no me queda más que agradecer esta dedicación al grupo y felicitarte por haber coronado tu proyecto con tanta gallardía poética.
Un abrazo, mi querido amigo.
¡Nos vemos pronto!

 

Sí que fue complejo, Elhi; con mayor o menor fortuna conseguí calzar esos versos al final de cada décima tomando como "leit motive" sueños épico-literarios, salvo mi pesadilla inventada. El de "Un verano, una noche, un sueño", más que en el film de Hoffman que tú citas (que lo vi y es una excelente versión), lo hice como referencia a la genial obra de Shakespeare.
Voy a retocar esas puntualizaciones que me haces.

Muchas gracias por tu comentario, amigo.

 

Agradezco muy sinceramente las repetidas lecturas que has hecho y tu comentario, Ligia. Lo cierto es que me supuso un notable esfuerzo ir encajando esos versos de Calderón en las diferentes décimas en las que quise hacer un recorrido por diferentes sueños tratados en la literatura por Virgilio, Shakespeare, o Lewis Carrol.

Un afectuoso saludo, amiga.