los sueños 5

el sueño es silbido susurro cansancio necesario
viento negro inasible impalpable obnubilando
la luz patética ficticia del día de cada uno
el aperitivo de lo eterno que espera
tras la muerte afortunada de todo lo demás
son los otros los muertos los restos de la mísera luz
bienaventurado bienvenido el sueño nocturno
aún la pesadilla que descarna y revive y abre los ojos
celestial el póstumo último adiós nunca más
sueño que la vida es lo soñado
constructor creador desde mundos de dioses y diablos
sé del vivir que es el sueño de lo verdadero
del infinito al que volvemos una y otra vez

 

Caramba, Vicente, te has despachado con un torrente semisurrealista, muy acorde al tema. La falta de puntuación (suplida en parte por los cambios de verso) acentúa este estilo torrencial. Hay cierta mística en tus versos que le da carga mítica a los sueños, tema clásico si los hay.
abrazo
Jorge

 

Ahora mismo seguro estas soñando se E vano, así que no haré mucho ruido jeje, me imagino que sueñas laberintos, letras, aventuras, luchas
Y al despertar el infinito. Un abracito

 

Muchas gracias Jorge ( a veces mis sueños son torrentes surrealistas, como bien dice). Gracias Ethel (así es amiga, sueño laberintos surrealistas jajaja...). Les mando un fuerte abrazo y feliz semana.

 

Contemplativo, surrealista, desordenado, denso y complejo poema este que nos compartes. Tiene algunos versos muy hermosos. Gracias por compartirlo y por unirte a nuestra tensón. Un abrazo infinito.

 

Ya te han dicho otros que tus versos, en este poema, son un torrente onírico, y, ¿qué mejor manera de escribir sobre los sueños que el usar sus propios meteriales?

Mi felicitación con un abrazo, amigo.

 

Imágenes que arrastran por laberintos, que son sueños o realidades. El viaje ha sido muy grato.

Felicidades!!

Palmira

 

Muchas gracias Delshue, Libélula, JMacgar y Uqbar por pasear por estos sueños, por su tiempo y comentarios tan amables. Un abrazo, compañeros.

 

¡Ja, Mi Ojo Mágico, me ha recordado la magnífica narración de su pesadilla a mi niñez! En frente de donde vivíamos, en las montañas de la Sierra Morena andaluza, había un montón de toros sueltos en una finca de robles (o chaparros o encinas, no sé, era muy pequeño, como ahora jajaja... ). Gracias amiga, por tan bonito pasear por mis letras. Un abrazo.