Los sueños a veces pueden ser tu mayor enemigo cuando tienes que pagar un precio no estipulado.

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Los sueños a veces pueden ser tu mayor enemigo cuando tienes que pagar un precio no estipulado

es entonces cuando saltan chispas en tu vida

y nadie cree que los sueños son posibles

te llaman falso testigo de tu alma

donde creen que eres un falso testigo de tu corazón

ahí te prenden fuego y ya no eres el mismo

sufres una agonía que va ardiendo en tus venas

y va descosiéndose en tu corazón

ves que lo que te rodea

es un Tsunami de fuego

donde tu alma grita en busca de tus sueños

esos vándalos que te llevaban al inicio de tu muerte

no sabían que tenían que desaparecer de la faz de la tierra

y ahí gritaste

y saliste ileso de morir

pero tu cuerpo estaba ardido

y tu cara demacrada

pero esos vándalos no iban a cultivarse de su posesión demoniaca sin antes no decirte según ellos

que no ibas hacer tus sueños realidad y que ellos querían matarte para que no fueras al templo donde se predecía el fin de tu mundo, pero como decía el astro rey y la luna ardías en las memorias de tus difuntos enloquecidos intentando ayudarte

por sus almas derrapadas en el coliseo de tu ombligo,

una voz me preguntó mediante un alma difunta ¿recuerdas aquel orfanato donde tus pies eran la brújula de un incendio a tu futuro?

y alguien en forma de imagen borrosa de una sala oscura que se veía apenas se acerco a mí y me dijo que el futuro no llega sin antes no vivir el presente y que a veces el futuro nunca llega porque el presente te mata y ya no hay futuro,

las apariencias engañan hasta el punto de que nadie tiene la verdad absoluta,

Cuando vayas a morir se suelen encender las velas a tu alma, pues estas se hacen fuego y arden para ver la luz y señalar tus sueños y tu camino hacia ellos, pero aún estas vivo y esos vándalos están maldecidos por Dios porque cada uno morirá con una enfermedad diferente debido a que te quemaron y humillaron, pero sigo vivo y corro como nunca y cuando se lo dije a un sacerdote él me dijo con carcajadas y desprecio que le recordaba al Jorobado de Notre dame y la iglesia se incendio sin yo hacer nada, todo estaba prendido de fuego y cualquiera que se metiera conmigo iba a morir, alguien me protegía desde el más allá, la maldición se llamaba el imperio de las pesadillas enrabietadas hacía el destino de los odiados hacía el nombre de los sueños no creyentes y que por despreciar tus sueños y valores intentan matarte o humillarte en vida para que tu alma no triunfe estando vivo y quieren que se derrame tu sangre en tus heridas, pero lo que nadie sabe es que los sueños pueden ser tu peor enemigo porque hasta tus más sinceros amigos y demás gente de confianza a veces te pueden dar esa sorpresa que no esperas y a veces también te pueden ayudar a dar ese salto hacia ese sueño que siempre añoras y deseas, aunque lo más seguro es que no te ayude nadie y seas tú mismo el que lo consigas pues a veces en los sueños puedes pagar un precio que no está estipulado y ahí encuentras el mejor de los éxitos porque al no estar estipulado quiere decir que nadie lo espera y si lo consigues has matado a tu peor enemigo tu mismo y sin ayuda de nadie y has ganado ese puente para cruzarlo lleno de felicidad hacía tu suerte que te da ese sueño que ansiabas y tus enemigos quedan atrás y tu mundo aunque hayas sufrido en tus carnes y en tu alma te has repuesto hasta llegar a ese éxito que mucha gente no pensaba que ibas a tener, pues muchas veces hace falta tener un precio no estipulado con el destino porque ahí demuestras tus luchas diarias por ese sueño que puede convertirse en tu peor enemigo porque nunca serás feliz contigo mismo ni con los demás si no lo consigues y la verdad absoluta no la tiene nadie, por eso digan lo que te digan cree en ti y lo demás si es para dañarte utiliza tu escudo y protege a tu corazón porque si él no es bueno contigo tampoco lo serás tú ni contigo ni con los demás.